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ESPECIAL: La Piedra del Sol aún guarda secretos 223 años después de su hallazgo

Actualizado a las 16/12/2014 - 10:54
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ESPECIAL: La Piedra del Sol aún guarda secretos 223 años después de su hallazgo

Por Olga Carina López Viúrquez

MEXICO, 15 dic (Xinhua) -- La Piedra del Sol, aunque es la pieza arqueológica más estudiada en los últimos dos siglos, aún guarda secretos.

Este impresionante monolito, que cumple el 17 de diciembre 223 años de su hallazgo en las calles de la Ciudad de México, es una de las piezas monumentales más representativas de la civilización azteca.

Se trata de una piedra basáltica de 3,60 metros de diámetro y 1,22 metros de grosor, con un peso de más de 24 toneladas.

La pieza, también conocida como Calendario Azteca, se encontró en 1791 en el Zócalo de la capital mexicana, una de las plazas más importantes de México.

Este disco de basalto contiene inscripciones alusivas a la cosmogonía mexica y cultos solares, es un monumento cronográfico, que narra la historia del tiempo de la cultura mexica y la manifestación de los cinco soles.

En la parte superior, la Piedra del Sol muestra el glifo 13-Caña (1479), que corresponde a la fecha en que los mexicas situaban el nacimiento del Quinto Sol en la zona arqueológica de Teotihuacan, y el reinado del emperador Axayácatl.

En el centro del monolito está representado el dios del Sol, Tonatiuh, una de las deidades más importantes para los mexicas, debido a que no solo representaba al Sol sino que también encarnaba la exaltación de la guerra como elemento renovador.

De acuerdo con el experto en cultura mexica, Eduardo Matos Moctezuma, la Piedra del Sol tuvo uso en posición horizontal, no vertical, como se exhibe hoy en día en el Museo Nacional de Antropología (MNA), en la Ciudad de México.

Durante su participación en el ciclo de conferencias "Escultura monumental mexica", en el Colegio Nacional de México, el especialista explicó que la mayoría de los investigadores coincide en que las serpientes labradas en los bordes de la Piedra del Sol marcan la dirección en que fue colocada por los antiguos indígenas.

Para el arqueólogo Matos "las serpientes que vemos de forma vertical en los extremos, por un lado, están las de abajo que tienen dos rostros que emergen del centro, pero en las colas o parte superior vemos el glifo trece caña que si se pone en dirección horizontal, nos indica un acomodo de oriente a poniente, porque el oriente es el lado por donde sale el Sol".

De acuerdo con las investigaciones del especialista, las serpientes labradas eran las encargadas de llevar y acompañar al Sol en su tránsito por el firmamento, argumento por el cual, infiere que el Calendario Azteca debió estar colocado horizontalmente y en posición oriente-poniente, al igual que muchas construcciones prehispánicas.

Sin embargo, aún faltan muchos estudios para confirmar estas interpretaciones preliminares, ya que se necesita el consenso de todos los arqueólogos e investigadores para avalar estos argumentos que (el historiador) Alfredo Chavero ya anunciaba desde finales del siglo XIX, dijo Matos.

Sobre el glifo 13- Caña, se sabe que es el único registro de fechamiento que tiene la Piedra del Sol, el cual puede interpretarse de dos maneras según las fuentes antiguas: que corresponde al año en que surgió el quinto sol, o la fecha de su elaboración.

Las leyendas dicen que ha habido cuatro soles previos o cuatro edades y el quinto sol, según los anales de Cuauhtitlán, surge en el año trece caña, pero también esto puede referirse a la trece caña que correspondió al reinado de Axayácatl y a lo mejor es la fecha en que se elaboró esta pieza.

Como ejemplo, Matos Moctezuma citó un relato de Fray Diego Durán en donde narra que Axayácatl estaba ocupado en la fabricación de una famosa piedra grande esculpida con las figuras de los meses, años, días y semanas, la misma que muchos vieron colocada en el Zócalo durante el siglo XVI.

Sobre la funcionalidad, las hipótesis aún son controversiales, pero varios estudios coinciden en que es una piedra solar con un elemento terrestre el cual se representa en la figura central, en donde está Tonatiuh con un cuchillo de sacrificio en la boca.

Existen otras interpretaciones en las que los cuatro cuadretes que rodean a Tonatiuh son las edades (Sol del agua, viento, lluvia y fuego), o los intentos de los dioses por crear al género humano y dotarlo de alimento.

En la magna escultura se pueden apreciar cuatro edades anteriores y un círculo con los 20 días, cuenta que formaba un mes. También se encontraron otros elementos como los rayos solares en dos planos y las dos serpientes que le dan dirección al monumento.

La Piedra del Sol es una escultura en el que el artista que la esculpió dejó labrada de manera prodigiosa toda la cosmovisión de un pueblo adorador del Sol; cuatro fueron los soles por los que había pasado la humanidad antes de su creación definitiva.

"El monolito aún se resiste a entregarnos todo su contenido ancestral; capricho de los dioses, dirían muchos, medianía de los sabios diría yo, pues la piedra resiste el tiempo y los embates de quienes quisieran penetrar en sus misterios", consideró el arqueólogo mexicano.

Se han hecho muchos esfuerzos para desentrañar los secretos de la Piedra del Sol; sin embargo, es evidente que se requieren estudios más profundos para determinar con precisión todos los misterios que encierra este gran monumento de la cultura mexica.  

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