SANTIAGO, 29 dic (Xinhua) -- La presidenta Michelle Bachelet envió hoy al Congreso el proyecto de Reforma Laboral, el cual busca restituir los derechos a los trabajadores, mejorar la relación con sus empleadores y elevar su productividad.
La mandataria invitó a todos los sectores políticos y sindicales "a un debate constructivo, para que logremos los acuerdos que sean necesarios para que Chile tenga relaciones laborales modernas, que le permitan a su economía seguir creciendo sanamente".
"Existe una materia en la que no hemos avanzado lo suficiente: el equilibrio entre trabajadores y empleadores al momento de negociar. De eso se trata específicamente el proyecto de ley que hoy presentamos", agregó.
Esta reforma amplía la cobertura de la negociación colectiva; reconoce la titularidad del sindicato ante la empresa; regula el derecho a los beneficios negociados por el sindicato; resguarda el derecho a huelga; y garantiza los servicios mínimos de la producción y los servicios.
También simplifica el procedimiento de negociación colectiva; fortalece el equilibrio de las partes, al establecer un piso de la negociación; eleva las materias a negociar; aumenta las horas de trabajo sindical para su capacitación; y se reconocen los derechos de la mujer trabajadora.
"Con el paso que estamos dando, Chile gana, gana en el diálogo, en los acuerdos, las reglas claras y la solidez institucional. Pierden la confrontación, la desconfianza, el desequilibrio y la inestabilidad", destacó Bachelet.
A esta reforma se suman el "Programa + Capaz" de formación en oficios para 300.000 mujeres y 150.000 jóvenes; el fortalecimiento de la Dirección del Trabajo; la modernización del Sistema de Seguridad y Salud Laboral y el perfeccionamiento del Seguro de Cesantía.
La iniciativa del gobierno, en cuyo programa destacan las reformas dirigidas a reducir la igualdad social de Chile, coloca el diálogo en el centro de las relaciones empresas-sindicatos, además de garantizar el clima laboral y proteger los avances en el mundo laboral de los trabajadores y de la clase media.
Según la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, la reforma posibilita que "se recuperen los derechos para los trabajadores, pero hay muchas otras materias que vamos a tener que discutir y que requieren de una profunda reforma constitucional".
Figueroa se mostró sin embargo satisfecha con la reforma, al señalar que incluye "pasos fundamentales, pero no nos engañemos, la tarea aún no termina, porque, como ya ha ocurrido antes con tantos trabajadores, puede que sean despedidos y no ganan nada".
Por su parte el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, quien asistió a la ceremonia en La Moneda, reiteró sus críticas contra la Reforma Laboral, al aclarar que su presencia se debió a que fue invitado por la presidenta Bachelet.
En su opinión, esta iniciativa "no va por el camino correcto en orden a que no se preocupa de los problemas de todos los trabajadores. Sólo está preocupado de ver cómo le damos más atribuciones y más espacios a la dirigencia sindical".
La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, dijo que "esta es una agenda que le hace bien a Chile, que va en favor de todos, no de unos contra otros, por lo tanto cuando estamos hablando de avanzar en temas que le hacen bien al país, que le hacen bien a los trabajadores, estoy segura que todos están sumados".
Para el timonel del opositor partido Renovación Nacional (RN), de derecha, Cristián Monckeberg, "esta reforma puede tener un buen término o un final muy distinto", según la apertura del gobierno y su coalición, la Nueva Mayoría, a dialogar durante el trámite parlamentario.
Sin embargo subrayó que se debe hacer un esfuerzo para ampliar los cupos de trabajo, preservar su calidad y que sea mejor remunerado.
El diputado de la opositora Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Melero, dijo que "más que una Reforma Laboral, es una reforma sindical que deja fuera a los que no tienen esa posibilidad y no les amplía las posibilidades de obtener trabajo a futuro".
En su opinión, la reforma "es un retroceso para el objetivo central que debería tener una reforma que es generar más empleo, mejor remunerado y más estable", con la apuesta a que se tengan en cuenta las propuestas de la oposición en el Congreso.
"Con esta reforma ganamos todos", sostuvo el diputado y presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier, al llamar a la derecha que a presentar un proyecto pro empleo.
"No me cabe duda que el 2015 va a ser el año de los trabajadores, pese a quien le pese, y creo que los empresarios a la larga se van a dar cuenta que es conveniente para elevar la productividad en el trabajo, para tener mucho más responsabilidad y contribuir", añadió.
En tanto, el líder del Partido Socialista (PS), Osvaldo Andrade, dijo al presidente de la empresarial Confederación de la Producción y el Comercio, Andrés Santa Cruz, que "la aspiración máxima que tenía el mundo empresarial ha sido recogida, así que detrás de esa aparente cara seria, Santa Cruz estaba muy contento por dentro".
El senador oficialista, Jorge Pizarro, consideró que la Reforma Laboral "es sumamente equilibrada, que va a dar estabilidad social, política, laboral, va a permitir un desarrollo sustentable en términos económicos para todos los que inviertan en el país y, por supuesto, reconoce y fortalece el capital humano de los trabajadores".