El gobierno brasileño descartó hoy realizar cualquier intervención para frenar el alza del dólar ante el real, tras la devaluación la moneda nacional a su menor nivel respecto a la estadounidense en doce años.
"El dólar es fluctuante y seguirá fluctuante", aseguró ante la prensa el ministro de Hacienda Joaquim Levy, interrogado por la situación del real.
La moneda brasileña hoy cayó por noveno día seguido ante el dólar y cerró cotizando en los 3,463 reales por dólar para la compra y a 3,465 para la venta en el tipo de cambio comercial brasileño, el mayor nivel desde marzo de 2003.
La moneda estadounidense, que llegó a ser vendida a media jornada a 3,4885 reales, acumuló este año hasta hoy una apreciación del 30,30 por ciento.
Para Levy, la depreciación del real se debe a la coyuntura internacional y no a la desaceleración económica que vive Brasil, unida a una grave crisis política.
"La evolución de la economía mundial se ha acelerado en algunos puntos. Nuestros principales socios están en momentos de ajuste. En breve habrá un ajuste de los intereses en los Estados Unidos", explicó.
"Las indicaciones son muy claras. Y eso siempre tiene impacto en el precio de los activos. Se trata del mismo caso de China", agregó.
La devaluación le ha permitido a Brasil mejorar su resultado en la balanza comercial ante el encarecimiento de las importaciones, en momentos en que el país, que enfrenta una contracción económica, necesita de divisas para reducir el déficit de la balanza de pagos.
Según datos oficiales, Brasil acumuló en los primeros siete meses del año un superávit en su balanza comercial de 4.599 millones de dólares.
Este es el mejor resultado para el período en los últimos tres años gracias a la depreciación del real y la disminución de las importaciones.