BUENOS AIRES, 26 ago (Xinhua) -- La economía internacional, con bolsas a la baja y precios de los productos en igual tendencia declinante, puede evitar una crisis de largo alcance ya que la política tiene herramientas a su alcance para hacerlo.
Así lo expresó, en entrevista exclusiva con Xinhua, el experto argentino Gustavo Girado, titular de la consultora Asia & Argentina, quien abordó la situación internacional, el desplome de bolsas de comercio y el factor China, al cual le restó responsabilidad en ese contexto.
"La economía global viene experimentando un ajuste importante, con epicentro en la Unión Europea (UE), en donde las deudas de Grecia han llevado por la cornisa todo el andamiaje político del bloque", opinó.
A ello agregó que el anuncio muy anticipado de que Estados Unidos aumentará las tasas de interés a fin de año "trajo como consecuencia que los capitales de las economías emergentes vayan a ese país", lo que acelera "la desconfianza en los mercados más débiles".
"China es muy importante en este contexto, y sus resultados macroeconómicos recientes (menos actividad industrial) no son los mejores para sostener la actividad global", continuó.
Al ser consultado sobre los mercados emergentes y el riesgo de una crisis económica mundial, Girado dijo que "el menor crecimiento chino trae como consecuencia una menor demanda de 'commodities' (productos), y por lo tanto sus precios internacionales se ajustan a la baja".
"Como China está estimulando el consumo interno y ya no tanto la inversión, su demanda de insumos industriales cae y, con ello, el precio de sus insumos industriales (mineral de hierro, cobre, etc.), lo que impacta sobre mercados emergentes grandes como Brasil".
"Hay riesgo de que la crisis se extienda, es cierto, pero también hay suficientes herramientas al alcance de la política como para evitarlo", resaltó.
Ante la reestructuración económica que realiza China en la actualidad, el analista argentino expresó que "Beijing está atravesando un momento muy especial. Decidió crecer más despacio, más lento, y estimular el consumo interno".
Agregó que lo anterior "hasta el momento no responde a la velocidad necesaria para compensar las menores exportaciones e inversiones".
"De hecho, las exportaciones chinas crecen pero mucho menos. Ahora bien, los resultados negativos de julio (cayó su comercio total más de un 8 por ciento) preocupó más de lo planeado, lo que me permite decir que, creo, el problema es de tiempos y no de medidas económicas", precisó.
"Hay decisiones -continuó- que han impactado rápidamente (menores exportaciones) y otras que requieren más estímulo (aumento del consumo)". Por lo tanto, dijo, "hay un desfase que se manifiesta en la Bolsa de Valores, con menores expectativas de beneficios futuros, y de allí que caiga".
Sobre los factores vinculados a China a nivel internacional, Girado mencionó que "algunos son controlables, pero otros dependen ya no de China sino de la resolución del problema en la UE (cuyas 27 economías son el principal cliente de las ventas de China)".
Mencionó "las decisiones en Estados Unidos (el alza de tasas) y de resoluciones políticas (el caso de Brasil es el mejor ejemplo, en donde la economía sufre las consecuencias de las presiones que padece el recientemente electo Gobierno de Dilma Rousseff)".
Sobre la tendencia del mercado de productos, auguró que "si bien posiblemente sus precios caigan, lo harán muy poco. Llega un punto en el cual no tiene sentido que caigan más, porque habría pérdidas patrimoniales y eso no tiene sentido".
Finalmente, se refirió a la posibilidad o no de una "guerra" en torno a las tasas de interés al decir que "es más posible una 'guerra' de monedas con devaluaciones sucesivas".
Sin embargo, en 1997 China no devaluó y sostuvo la demanda de sus vecinos comprándoles todos los productos que les quedaron sin vender con motivo de la crisis, y lo mismo pasó en 2009, ya que el yuan es la única que no se depreció frente a la divisa norteamericana, recordó.