QUITO, 17 sep (Xinhua) -- La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) expresó hoy su confianza de alcanzar una solución en la crisis de la frontera Colombia-Venezuela, tras la reunión que sostendrán el lunes en Quito los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, respectivamente.
"La Secretaría General de la Unasur formula sus mejores votos por el buen suceso de los diálogos del próximo lunes, que encontrarían solución a la crisis que ha afectado a los hermanos colombianos y venezolano", señaló en un comunicado el organismo con sede en la capital ecuatoriana.
El bloque agregó que "el camino del diálogo bilateral, como ha sido costumbre ya histórica entre Colombia y Venezuela, debe seguir siendo el mejor escenario para que los países de la Unasur resuelvan sus diferencias de frontera".
La cita entre Santos y Maduro se realizará a las 14:00, hora local (19:00 GMT) del lunes 21 de septiembre en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno ecuatoriano.
El encuentro fue gestionado por las presidencias pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC), en manos del presidente de Ecuador, Rafael Correa, y de la Unasur, a cargo del mandatario de Uruguay, Tabaré Vásquez.
Ambos gobernantes acompañarán la cita entre Santos y Maduro.
La Unasur expresó su satisfacción por la "efectiva" intervención de las presidencias pro témpore de ambos bloques para concretar el encuentro entre los gobernantes de Colombia y Venezuela.
Tanto la CELAC como la Unasur han manifestado su preocupación por la crisis fronteriza que estalló el pasado 19 de agosto, cuando Caracas ordenó cerrar parte de la frontera con Colombia, de 2.219 kilómetros.
La decisión se adoptó tras un ataque de supuestos contrabandistas en la zona limítrofe que dejó heridos a tres militares y a un civil de Venezuela.
El presidente de Venezuela atribuyó el ataque a "paramilitares colombianos", por lo cual decretó además el estado de excepción en la zona de frontera con Colombia que provocó la deportación de unos 1.500 venezolanos.
Otros 20.000 colombianos decidieron retornar a su país de manera voluntaria, ante el temor de ser expulsados, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas.