Fútbol: Genera polémica "juego brusco" en Argentina

Actualizado a las 24/09/2015 - 09:25

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Por Esteban Jesen

BUENOS AIRES, 23 sep (Xinhua) -- Patadas, codazos, empujones, escupitajos, protestas, lesiones graves; el fútbol argentino se ha convertido casi en una lucha encarnizada en la que vale todo y en la que los futbolistas olvidan que son colegas.

La fractura expuesta de tibia y peroné que le provocó el delantero del club Boca Juniors, Carlos Tevez, al joven mediocampista de Argentinos Juniors, Ezequiel Ham, tras una dura entrada que el árbitro ni siquiera sancionó con falta, desató la discusión sobre el estilo de juego en Argentina.

Resulta paradójico que quien disparó la polémica sea precisamente el medallista olímpico en Atenas 2004, que regresó hace apenas un par de meses al club que lo vio nacer futbolísticamente y que en un puñado de partidos ha sentido en carne propia el rigor físico con el que se disputa cada pelota.

Claro que la patada de Tevez haya terminado en una lesión tan grave no es un accidente propio del juego, sino la consecuencia de un fútbol que parece haber trasladado la violencia de las gradas al césped.

Los 156 expulsados en 25 jornadas, y los cuatro futbolistas que estarán fuera de las canchas por varios meses debido a golpes de sus circunstanciales rivales, son estadísticas que muestran que las canchas argentinas se convirtieron casi en tierra de nadie.

"Yo creo que hay una gran diferencia en querer jugar duro y tratar de hacerle mal a un jugador; estamos en un límite donde podés romper a alguien, no es bueno", declaró Tevez el 3 de septiembre pasado.

Las palabras del ex jugador de la Juventus de Italia no hicieron más que reflejar algo que se ve a diario en los torneos argentinos, pero que tal vez sus años en Europa le hicieron perder de vista.

Hasta Diego Maradona salió a opinar sobre la lesión que provocó Tevez el último sábado, le mandó un mensaje de apoyo a Ham, y recordó lo que sufrió en su paso como jugador del Barcelona de España.

"Las lesiones te hacen demostrar el carácter que tenés para recuperarte. No me caben dudas que vos lo vas a hacer y vas a volver mejor de lo que estabas. Y Carlitos Tevez no es un mala leche (malintencionado)", señaló el ex astro argentino.

"A mí me pasó con (Andoni) Goikoetxea jugando con el Barcelona y me recuperé ganando el Mundial del 86", expresó el campeón del Mundo en México 1986 en un mensaje grabado para el jugador del Argentinos Juniors.

De todas formas, el problema no tiene que ver solo con la agresividad con la que se disputan los encuentros en Argentina, sino con todo un entorno que lleva el juego a una cuestión casi de vida o muerte.

Así, entrenadores, dirigentes y hasta periodistas olvidan el rol que les toca cumplir y se comportan muchas veces como aficionados, al hablar y actuar de una manera más cercana a aficionados violentos que a la de protagonistas del deporte más popular del mundo.

Como muestra, bien vale un ejemplo, los dos últimos enfrentamientos en los que River Plate eliminó a Boca Juniors de torneos internacionales (Copa Sudamericana 2014 y Copa Libertadores 2015) terminaron en escándalos, más allá de lo que ocurrió en las gradas.

Así, la pasividad de los árbitros permitieron que el conjunto "Millonario" desplegara un juego altamente brusco, incluso con golpes fuera de las disputas del balón, lo cual generó un clima adverso que terminó con la agresión en La Bombonera de aficionados violentos a los propios futbolistas con gas casero.

En el medio, dos cuestiones potencian la tendencia al juego brusco, los graves errores arbitrales y la falta de aplicación de los reglamentos por parte de las autoridades.

Muchas veces los jueces convalidan situaciones que están por fuera del reglamento, o no sancionan de igual modo una misma infracción protagonizada cometida por jugadores de distintos clubes, lo cual lleva a que la injusticia termine por torcer resultados.

La jugada de Tevez también sirve como ejemplo para este caso.

El árbitro Luis Alvarez estaba a un par de metros, pero ni siquiera cobró infracción, y permitió que el delantero "Xeneize" continuara en el terreno de juego, pese a la gravedad de su jugada.

Por su parte, el Tribunal de Disciplina de las Asociación del Fútbol Argentino (AFA) prefiere no aplicar el reglamento porque "no se acostumbra", pese a que las normas permiten actuar de oficio cuando existe una agresión flagrante que el árbitro, en el fragor del juego, pasa por alto.

Además, la AFA vive por estos días una disputa por la sucesión del fallecido Julio Grondona, por lo cual cada decisión parece responder a ese juego de poderes que no hacen más que profundizar la crisis.

Por si fuera poco, en una medida electoralista -el 25 de octubre hay comicios generales en Argentina- las autoridades decidieron permitir el ingreso de público visitante en algunos estadios, algo que estuvo vedado desde hace más de dos años por los reiterados hechos de violencia.

Tal vez, la trascendencia mundial que tuvo la infracción de Tevez lleve a todos los protagonistas a reflexionar y cambiar el rumbo de un país que forma parte de la elite del fútbol mundial, pero que puertas adentro se desangra día a día.