SANTIAGO, 25 sep (Xinhua) -- Aunque no renunciará a las reformas prometidas al país, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, explicó hoy en Nueva York que "éstas se adaptarán a las posibilidades financieras del país".
La mandataria, quien viajó a esa ciudad para asistir a la Asamblea de las Naciones Unidas, hizo una exposición de la situación económica de su país ante los principales líderes empresariales del Council of the Americas y Americas Society
Aseguró que, para la segunda etapa de su gobierno, se aplicará el concepto de "realismo sin renuncia", que estableció hasta el final de su administración, la cual se inició en 2014.
Tras reunirse con la presidenta del Council of the Americas y Americas Society, Susan Segal, la mandataria explicó los principales cambios que impulsa su administración en materia de educación, cuidado del medio ambiente, economía, derechos laborales y la Agenda de Transparencia contra la corrupción.
Dijo que "nos hemos propuesto avanzar en favor de mayor equidad, no sólo porque es justo, también porque es necesario para nuestra convivencia y para la proyección de nuestra economía".
Señaló que "como muestra la experiencia comparada, será muy difícil dar un paso cualitativo en el desarrollo, incluso en la economía, si no hay más igualdad y cohesión en las relaciones sociales".
También reconoció que "ciertos cambios puedan provocar incertidumbre en la población. Pero, sobre la base del diálogo, construiremos un país más sólido y confiable".
Aseveró que "políticos, empresarios, dirigentes sindicales y ciudadanos en general, han entregado sus opiniones sobre las reformas, las cuales han sido debidamente escuchadas e incorporadas cuando ha correspondido".
A su juicio, "todas nuestras reformas han sido procesadas en el marco de las instituciones democráticas", y sostuvo que "lo más importante es que el beneficio será para todos; para empresarios, trabajadores y estudiantes".
Bachelet puntualizó que "aunque no renunciaremos a avanzar hacia el horizonte de las reformas, la gradualidad caracterizará nuestros próximos pasos. Vamos a priorizar nuestras acciones y adaptarlas a las factibilidades financieras y técnicas".
Concluyó su discurso aclarando que "lo que no dejaremos de hacer es adoptar todas las medidas necesarias para estimular el crecimiento, fortaleciendo nuevos sectores económicos e invirtiendo vigorosamente en infraestructura".
Por otro lado, la ONU lanzó este viernes una nueva agenda para el desarrollo -la más ambiciosa en sus 70 años- con el objetivo de terminar con la pobreza extrema en todo el mundo en un plazo de 15 años.
Al respecto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que "hemos alcanzado un momento definitorio en la historia de la humanidad (...). y necesitaremos una asociación global renovada".
Por otro lado, se informó que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sustituyen a la agenda anterior, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), puestos en marcha en el año 2000 y que vencen este año.
El nuevo plan fue lanzado hoy en la Asamblea General de la ONU, a la que asisten unos 150 jefes de Estado y de Gobierno, cifra sin precedentes para una conferencia internacional de ese organismo.
Las nuevas metas de la organización afectan a múltiples aspectos de la vida humana y de su entorno, fijan sistemas de revisión de cumplimiento cada cinco años y, por primera vez, ligan a países desarrollados y en desarrollo.
Será una agenda que adoptará cada nación, según sus necesidades y su aplicación será universal, pero, como reconoció el propio secretario general de la ONU, uno de los principales desafíos que enfrenta es su puesta en marcha.
"La verdadera prueba para el compromiso de la agenda de 2030 será la implementación (...) Necesitamos acciones para todos, y en todos los lugares", precisó.
Esta reducción de los niveles de pobreza era una de las principales metas de la agenda anterior, pero en la de ahora el objetivo es eliminarla del mapa mundial.