WASHINGTON, 30 sep (Xinhua) -- Los bebés pueden quedar protegidos del asma si adquieren cuatro tipos de bacterias intestinales "buenas" antes de los tres meses de edad, indicó hoy un estudio basado en más de 300 familias de Canadá.
"Esta investigación apoya la hipótesis higiénica de que estamos creando un ambiente demasiado limpio", dijo Brett Finlay, profesor de la Universidad de Columbia Británica y uno de los investigadores principales de artículo publicado en la revista estadounidense Science Translational Medicine.
La investigación "muestra que las bacterias intestinales desempeñan un papel en el asma, pero que es al comienzo de la vida cuando el sistema inmunológico del bebé se establece", añadió Finlay.
El descubrimiento abre la puerta al desarrollo de tratamientos probióticos para bebés que eviten el asma y también podría ser utilizado para desarrollar una prueba para predecir si los niños están en riesgo de presentar asma, indicaron los investigadores.
Las tasas de asma se han incrementado drásticamente desde la década de los cincuenta y ahora afectan a 20 por ciento de los niños en los países desarrollados, pero irónicamente no se han incrementado en los países en desarrollo o en los países más pobres.
En el nuevo estudio, los investigadores analizaron muestras fecales de 319 niños involucrados en el estudio canadiense de desarrollo longitudinal de bebés saludables.
El análisis de las bacterias intestinales de las muestras reveló niveles menores de cuatro bacterias intestinales específicas en los bebés de tres meses que están en situación de mayor riesgo de padecer asma.
La mayoría de los bebés adquiere naturalmente de su entorno estas cuatro bacterias conocidas como FLVR: Faecalibacterium, Lachnospira, Veillonella y Rothia, pero algunos no lo hacen, ya sea por circunstancias de su nacimiento o por otros factores, indicaron los investigadores.
Los investigadores también encontraron menos diferencias en los niveles de bacterias FLVR entre los niños de un año, lo que significa que los primeros tres meses son un período crítico para el desarrollo del sistema inmunológico del bebé.
Estos hallazgos fueron confirmados en experimentos con ratones, en los que también se descubrió que los ratones recién nacidos inoculados con las bacterias FLVR desarrollaron un asma menos severo.
"Este descubrimiento nos ofrece nuevas formas potenciales para evitar esta enfermedad que amenaza la vida de muchos niños", dijo el otro investigador principal, Stuart Turvey, inmunólogo pediátrico del Hospital Infantil de Columbia Británica.
La investigación "muestra que hay una breve ventana, quizá de 100 días, para dar a los bebés intervenciones terapéuticas para protegerlos del asma".
Los investigadores añadieron que se requieren nuevos estudios con un mayor número de niños para confirmar estos hallazgos y revelar la forma en la que estas bacterias influyen en el desarrollo del asma.
(Editor:Felipe Chen,Rocío Huang)