MEXICO, 18 oct (Xinhua) -- El campo mexicano requiere una transformación de fondo para ser más competitivo y al mismo tiempo sostenible ambientalmente, afirmó hoy en la Ciudad de México (capital) el investigador colombiano Nelson Florez Vaquiro.
El académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) división México sostuvo en entrevista para Xinhua, que mejorar las condiciones del sector agrícola mexicano garantizará su pleno desarrollo y reducirá la pobreza, principalmente en zonas rurales.
"En pleno siglo XXI se requieren nuevos mecanismos en la asociación de productores, a fin de generar valor agregado de producción y lograr el encadenamiento productivo de cada uno de los cultivos, entre otros", aseveró.
El también doctor en economía por la la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó recientemente el libro "Economía y trabajo en el sector agrícola", en el que hace un análisis del comportamiento de esta actividad productiva en México.
La obra incluye tres enfoques económicos, el primero de los cuales ahonda en aspectos como la competitividad regional, el Producto Interno Bruto (PIB), la balanza comercial, la inversión, el crédito, la concentración de la propiedad, la producción y el trabajo.
El segundo enfoque pone al descubierto la drástica reducción de la población ocupada y el fortalecimiento de las relaciones capitalistas en el sector agrícola, además del deterioro generalizado de las condiciones laborales.
Un último enfoque considera las fuentes de ingresos del campo mexicano, que constata las frágiles condiciones de vida de los hogares agrícolas en el país latinoamericano.
"El bajo crecimiento agrícola y la disminución de la inversión pública y privada, al parecer, han contribuido a que muchos productores abandonen la actividad", señaló el especialista.
Florez Vaquiro consideró que al mismo tiempo, quienes se quedan a trabajar en el campo "enfrentan dificultades para mantenerse en el mercado nacional y competir en el internacional".
El investigador explicó en su texto que la Población Económicamente Activa (PEA) agrícola, es decir las personas que están en edad de trabajar el campo, ha disminuido como consecuencia de la industrialización y la urbanización.
Esta disminución obedece además al efecto de las reformas y tratados comerciales implementados en los últimos años.
"Esta situación tan adversa para el campo mexicano, ha contribuido a la migración internacional y a la generación de estrategias como la multiactividad laboral y la diversificación de los ingresos que han promovido los hogares agrícolas durante los últimos años", señaló.
A juicio del economista, la productividad en el campo mexicano sigue estancada.
El estancamiento se debe, en parte, a los elevados costos de producción, a la falta de inversión en infraestructura y a que los créditos disponibles se dirigen hacia los grandes productores, mientras que los pequeños quedan fuera de los recursos financieros baratos.
"Se requiere de nuevas estrategias para la capacitación, introducción de tecnología e innovación más simples y dar más acceso a recursos a una población rural, pero de características democráticas", apuntó Vaquiro
Sostuvo que la comercialización de productos y el acceso a mercados carece de infraestructura.
"Ante la ausencia de una diversificación de cultivos, en materia de comercio exterior, el sector ha sido llevado a la dependencia", aseveró.
Las exportaciones se enfocan actualmente en productos agroindustriales como frutas, hortalizas y legumbres, mientras que la producción nacional es todavía mayormente de maíz para el autoconsumo.
Otro de los problemas existentes dentro de la agricultura de México es el desorden en la propiedad y el uso de suelo, ámbito en el que "existen grandes extensiones de tierra subutilizada en manos de unos cuantos productores".
"Existen marcadas diferencias en el norte del país, comparado con la región del sur, donde existe una mayor concentración de propiedad en menor producción y gran número productores con menos hectáreas", acotó el académico.
En cuanto a la estructura laboral y las condiciones de trabajo en el campo, se aprecia un afianzamiento de las relaciones capitalistas debido a la disminución de la PEA agrícola.
Esta condición se manifiesta en la reducción de los trabajadores sin pago e incremento de los jornaleros, así como un aumento de contrataciones del sector infantil.
"La mayor dinámica de los cultivos modernos de exportación estimula actualmente una gran demanda laboral con malas condiciones de trabajo", indicó.
Vaquiro consideró que "se deben crear sinergias entre sociedad y gobierno para que se eleve el nivel escolar y, a su vez, se mejoraren las condiciones salariales y prestaciones sociales, eso ayudaría a salir a muchos de la pobreza".
En 2010, México contaba con 1,9 millones de hogares cuyas percepciones se generaban de la actividad agrícola y de ellos alrededor de 73 por ciento se situaban entre los de mayor mayor pobreza en la nación, según datos oficiales.
"Falta contar con estrategias destinadas a la capacitación, así como dotar recursos económicos necesarios y apostar por las nuevas tecnologías y la innovación", consideró el integrantes de Flacso.
Consideró que se requiere de estímulos para que los jóvenes se queden en el campo, porque la población rural se ha reducido y envejecido, en particular la dedicada a la agricultura.