Por Sylvia B. Zárate/ Cesar Mariño
BOGOTA, 6 nov (Xinhua) -- De tantos episodios violentos que tiene la historia de Colombia, el que quizás ha dejado heridas más profundas en la nación sudamericana fue el llamado Holocausto del Palacio de Justicia ocurrido el 6 de noviembre de 1985 y que dejó un total de 94 personas muertas y 12 desaparecidas entre magistrados, consejeros de Estado, servidores judiciales, empleados y visitantes de la sede judicial.
Ese día, un grupo de guerrilleros del grupo insurgente M19 tomó por la fuerza la principal sede judicial colombiana, el Palacio de Justicia ubicado en el centro de Bogotá en la Plaza de Bolívar que vio como se incendiaba el edificio en el cual, según los sobrevivientes, cientos de personas fueron tomadas como rehenes y otros fueron acribillados, entre ellos 11 magistrados.
Tras el acto calificado como terrorista, la Fuerza Pública al mando del Ejército y con el conocimiento del entonces presidente Belisario Betancur, efectúo una retoma que se extendió hasta el 7 de noviembre y que desde ese día hasta hoy, ha sido señalada como desproporcionada y que incluyó el ingreso de tanques de guerra que destrozaron el edificio.
Hoy, treinta años después, el presidente Juan Manuel Santos acató una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, emitida en diciembre de 2014, en la que se exhorta al Estado colombiano a pedir perdón de manera pública a las víctimas del cruento episodio en el que altos mandos de la fuerza pública se extralimitaron y desaparecieron a 12 personas
En su discurso, el presidente Santos articuló la petición de perdón con la búsqueda que su gobierno hace del fin del conflicto armado y visibilizó nombre por nombre a los 12 desaparecidos.
"Hoy reconozco la responsabilidad del Estado colombiano y pido perdón por los desaparecidos forzados, Carlos Augusto Rodríguez Vera, Cristina del Pilar Guarín Cortés, David Suspes Celis, Bernardo Beltrán Hernández, Héctor Jaime Beltrán Fuentes, Gloria Estela Lizarazo Figueroa, Luz Mery Portela León, Lucy Amparo Oviedo Bonilla, Gloria Ánzola de Lanao e Irma Franco Pineda. Por la desaparición forzada y ejecución extrajudicial del magistrado auxiliar Carlos Urán Rojas", señaló.
Al acto público y hasta ahora inédito, ya que el Estado nunca había pedido perdón a las víctimas, asistieron los familiares de los magistrados inmolados durante la toma y posterior retoma del palacio.
También dirigentes del extinto grupo insurgente M19 que entregó las armas en 1991 y se vincularon a la política colombiana, hicieron presencia.
Santo aseguró que todavía persiste una deuda moral con las víctimas del holocausto y resaltó que su petición de perdón estaba ligado a la búsqueda de su reparación.
"Y lo hago de corazón, no sólo para cumplir una orden. Porque ningún colombiano, ninguno, puede verse expuesto a la vulneración de sus derechos por parte de agentes del Estado, que están para protegerlos, ni de cualquier otra persona. Aquí se presentó una acción lamentable, absolutamente condenable del M19, pero si hubo fallas en la conducta y procedimiento de agentes del Estado, así debe reconocerse", precisó.
Familiares de las víctimas también se pronunciaron en sentidos discursos en los que impelían al Estado y al Gobierno en cabeza de Juan Manuel Santos a tomar medidas para acelerar las investigaciones que den por fin una respuesta clara sobre el paradero de sus seres queridos y el modo en que fueron ultimados.
En entrevista con Xinhua, María del Socorro Franco Pineda, hermana de Irma Franco, una de las víctimas y que, según las investigaciones, salió con vida del Palacio de Justicia pero a la postre resultó desaparecida, aseguró que este acto simbólico no repara el sufrimiento de su familia ya que la única reparación aceptable es una verdad que durante treinta años ha sido escondida.
"Treinta años de indiferencia, treinta años de señalamientos, treinta años de volver a revictimizarnos y de desaparecer nuevamente a nuestros familiares. Esperamos que algún día por fin nos digan la verdad y se quiten las máscaras y este país pueda seguir adelante con la verdad para poder perdonar (...) Con los demás familiares de los desaparecidos del palacio de justicia hemos hecho una familia y durante treinta años nos hemos estado apoyando y luchando para que se haga justicia, se diga la verdad y nos entreguen los restos de nuestros desaparecidos para por lo menos hacerles una sepultura y vivir un duelo como se merecen", dijo.
El pasado mes de octubre la Fiscalía General de la Nación informó sobre el hallazgo de los restos óseos de tres personas que se consideraban desaparecidas en el holocausto.
Aunque este hecho supuso un avance en las investigaciones, los familiares aseguran que durante los treinta años ha sobresalido un pacto de silencio entre agentes del Estado y los dirigentes de los últimos ocho gobiernos que no han afrontado el problema con eficiencia y celeridad.
Sandra Beltrán Hernández, hermana de Bernardo Beltrán Hernández, un empleado de la cafetería y a quien los medios de comunicación de la época también registraron al salir vivo del palacio, sostuvo que la búsqueda de los familiares se ha convertido en una verdadera lucha en contra del Estado.
Sandra animó a los demas familiares a continuar esta lucha en nombre de sus desaparecidos y de los demás familiares que han muerto esperando encontrar la verda exacta de los sucedido.
"Yo creo que uno no se puede cansar. Al contrario, si nosotros cerramos los ojos vemos a diario la imagen de nuestro familiar. Yo tengo suspendida en mi mente y en el tiempo la imagen de Bernardo cuando nos despedimos el día de la toma. Y yo no he dejado que esa imagen se me desdibuje ni se me cambie", señaló Beltrán a Xinhua.
"Tengo en mi mente la imagen de la muerte de mi madre, de dolor, porque ella murió de pena moral, tengo la imagen de mi padre y sus últimas frases de esperanzas por ver de nuevo a su hijo y eso es lo que me ha dado la fortaleza para seguir adelante y para exigir con más vehemencia que me devuelvan a Bernardo y a sus compañeros, obviamente" , agregó.
Al finalizar el discurso durante el acto de perdón, el presidente Santos se dirigió al actual ministro de Justicia, Yesid Reyes (hijo del asesinado presidente de la Corte Suprema), y le aseguró que como homenaje a su padre y a todas las víctimas que deja el conflicto armado en el país, no descansará hasta conseguir que este tipo de situaciones no se repitan.
"Queremos hacer realidad, apreciado Yesid, pero en otro contexto, un contexto más amplio, esa frase angustiosa de su padre, que todavía taladra nuestros oídos: Que Cese El Fuego. Que cese el fuego, sí. Que cese el fuego en Colombia para siempre", dijo el jefe de Estado cuyo gobierno adelanta un proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
Durante estos treinta años la justicia solamente ha condenado al ex general del ejército Jesús Arias Cabrales y al ex coronel Alfonso Plazas Vega, a 35 y 30 años de cárcel respectivamente por la muerte y desaparición de algunas victimas de la toma del Palacio de Justicia.