BEIJING, 2 nov (Xinhua) -- China marcó hoy lunes un hito en la historia de la aviación con su primer gran avión de pasajeros de fabricación propia presentado al público en Shanghai.
El C919 ha sido desarrollado por la compañía Commercial Aircraft Corporation of China (COMAC), y se espera que pueda competir con el último modelo Airbus 320 y la nueva generación de Boeing 737 cuando sea aprobado para uso comercial.
El C919 tiene 158 asientos y una autonomía de vuelo estándar de 4.075 kilómetros.
Con el vuelo inaugural planeado para el próximo año, y al menos otros tres años de vuelos de prueba, llevará algún tiempo para que el avión de pasillo único realice rutas aéreas comerciales en el mundo.
China es el mayor mercado de aviación civil del mundo, con 21 aeropuertos que reciben más de diez millones de pasajeros al año, así como una flota de más de 3.000 aviones, que está dominada por Boeing y Airbus.
La COMAC anunció que ya ha recibido 517 encargos de 21 clientes tanto nacionales como extranjeros para este aparato. La versión que salió de la línea de producción hoy lunes es el modelo básico, aunque la firma tiene en preparación versiones ampliadas, reducidas, de carga y de negocios. Además, el avión de nueva generación tendrá diseños flexibles de cabina para adaptarse a diferentes aerolíneas.
El C919 es resultado de siete años de duro trabajo de un equipo compuesto por 200 fabricantes de componentes de aeronave y de grupos de investigación de 36 institutos superiores de 22 provincias y municipalidades chinas. Más de 30 empresas extranjeras, incluidas GE y Honeywell, han suministrado componentes para el C919, y más de 200.000 técnicos han formado parte del proceso de producción.
"El avión emplea los mejores recursos nacionales y extranjeros, y ha sido diseñado y construido de acuerdo con los estándares internacionales", indicó el diseñador en jefe del C919 y subdirector general de COMAC, Wu Guanghui.
El C919 usará entre 13 y 15 por ciento menos de combustible en comparación con sus actuales competidores, aseguró Wu.
El presidente de COMAC, Jin Zhuanglong, explicó que el avión dispone de 102 nuevas aplicaciones de tecnología y materiales, incluidas aleaciones de aluminio y litio de tercera generación, empleadas para el fuselaje.
"La seguridad es nuestra máxima prioridad. Las pruebas cubrirán la aviónica, el control de vuelo, la hidráulica y los sistemas aéreos", subrayó Jin, agregando que los seis aviones C919 efectuarán exigentes vuelos de prueba.
Honeywell participó en la fabricación del C919 como consultor y ayudó con la seguridad, fiabilidad y eficiencia, afirmó Briand Greer, presidente de Honeywell Aerospace Asia Pacific.
"Es bastante comprensible que China quiera ganarse un lugar en esta industria estratégica", apuntó Chen Juming, presidente y jefe ejecutivo de Airbus China.
El mercado de aviación es tan grande que existe suficiente espacio para otro fabricante, agregó el directivo de la firma europea.
Chen cree que COMAC puede establecerse como un fuerte competidor.
Antes del C919, China ha aprobado su perspicacia en la fabricación de aviones, a pesar de que no podía explotar el pleno potencial comercial de los productos.
El país desarrolló su primer gran avión de pasajeros, el Y-10, un jet de fuselaje estrecho con cuatro motores, en la década 70 del siglo pasado.
El avión, con 149 asientos de clase económica, realizó un exitoso vuelo de prueba el 26 de septiembre de 1980, y voló a varias ciudades chinas, incluida Lhasa en la región autónoma del Tíbet. Desafortunadamente, el proyecto fue cancelado en 1985 debido a razones de viabilidad y presupuestarias. En aquel tiempo, China ya había puesto en marcha la apertura y tuvo una flota modesta de aviones fabricados por los países occidentales.
En 2008, China reanudó la búsqueda de su sueño de avión cuando la COMAC fabricó el jet regional ARJ21-700, el primer avión diseñado independientemente por China de acuerdo con los estándares internacionales. La aeronave, con cinco asientos por fila, consiguió los certificados de aeronavegabilidad tanto de la Administración de Aviación Civil de China como de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos.
El ARJ21-700 pasó seis años de pruebas rigurosas antes de que las autoridades de aviación civil le otorgaran el certificado en 2014.
La COMAC cuenta con experiencia en pruebas de aeronavegabilidad, lo que hará el proceso para el C919 mucho más fácil, señaló Wu.