La vocera de la policía extranjera checa, Katerina Rendlova, indicó que la situación en el centro de detenciones de Drahonice fue tranquila hoy y que sólo una persona no llegó a comer, por lo que considera que la huelga de hambre terminó.
Cuarenta refugiados, principalmente iraquíes, iniciaron el martes una huelga de hambre por temor de su deportación de República Checa a su país de origen.
Rendlova dijo que no se registró ningún problema en ningún otro centro de detención en República Checa.
Después los ataques terroristas ocurridos ocurridos el viernes en París, la policía extranjera checa amplió el patrullaje en los centros de detención.
El centro de detención de Drahonice fue una prisión en el pasado.
Rendlova dijo que en estos momentos hay 92 personas en el centro.
Entre ellos no sólo hay migrantes, también hay ucranianos y bielorrusos a quienes la policía extranjera detiene en repetidas ocasiones por trabajar de forma ilegal en el país.