El gobierno de Nicaragua consulta con organismos civiles y la comunidad universitaria una propuesta para que las naciones industrializadas otorguen más recursos, con el fin de paliar los efectos nocivos del cambio climático en Centroamérica y el Caribe.
El presidente nicaragüense Daniel Ortega dijo hace unos días, durante un discurso público pronunciado en Managua, que las grandes potencias deben destinar mayores recursos para que Centroamérica y los países del Caribe, altamente vulnerables a las inclemencias, puedan tomar medidas de remediación y de adaptación al cambio climático.
Dirigentes de organismos civiles de Nicaragua especializados asistirán el proximo mes a la Vigésima primera Conferencia de de las Partes (COP21) organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en París, Francia.
El objetivo de su presencia en la COP21 es incidir para que en las negociaciones se planteen temas como el reconocimiento de pérdidas y daños y el componente de adaptación a los cambios que impone una naturaleza contaminada.
Un grupo de organizaciones como la Alianza Nicaragüense Ante el Cambio Climático (Anacc), BlueEnergy, el Centro para la Autonomía y el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Centro Humboldt, explicaron el papel que jugarán durante las negociaciones en la COP21.
Tania Guillén, oficial de Cambio Climático de Centro Humboldt, explicó que las organizaciones de sociedad civil participarán en la conferencia como especie de observadores con voz, pero sin voto.
"No podemos negociar, nuestro papel está en incidir en las delegaciones", aseguró.
"Tenemos que reunirnos con los representantes de nuestros países para saber qué está pasando en el seno de la Conferencia. Pretendemos que ellos nos comenten sobre el estado de las negociaciones para darles sugerencias y ver qué puntos de los que nosotros planteamos ellos lo pueden retomar en la negociación", detalló Guillén.
Los organismos civiles nicaragüenses también aguzan su propuesta tendente a que la cumbre climática de Francia, reconozca oficialmente que Centroamérica es una zona altamente vulnerable al cambio climático y, en consecuencia, cabe que los países industrializados destinen recursos suficientes para acciones de mitigación y adaptación.
"Sin esta declaración, Centroamérica queda fuera de estos mecanismos", consideró Guillén.
Según el listado de la organización ambientalista Germanwatch, Nicaragua está en cuarto lugar mundial de vulnerabilidad ante el cambio climático.
De ahí que el planteamiento del gobierno del presidente nicaragüense gire en torno a temas como la adaptación, las pérdidas y daños y el financiamiento.
Al respeto el embajador de Francia en Nicaragua, Frederic Basaguren, aseguró hace unos días que su país trata de "conseguir un compromiso escuchando todos los puntos de vista y que este sea vinculante".
En ese contexto, el presidente y líder sandinista Daniel Ortega subrayó que está más que demostrado que entre los países y regiones más amenazadas por el cambio climático en el corto plazo, se encuentra el istmo centroamericano y la zona de las islas del Caribe.
"En esta cintura de América, como la llamaba Neruda, en esta cinturita de nuestro planeta que va de Panamá hasta Guatemala, estamos sufriendo las inundaciones de nuestras costas que provoca la desaparición de los poblados costeros, de las comunidades que están en las zonas costeras y ahí está la lucha", insistió Ortega.
Agregó que ese será el planteamiento de Nicaragua, que es afinado en talleres y simposios con la comunidad universitaria y con personalidades notables del país, para ponerla a la consideración del plenario de la conferencia de Francia.
"Aquí lo que cabe es que los países desarrollado, que son los que más han contaminado el planeta, pongan los recursos para indemnizar a los países en vías de desarrollo, que son los que menos hemos contaminado el planeta, hacer justicia es indemnizar", subrayó Ortega en plena sintonía con la posición de los líderes de organismos civiles de Nicaragua.
En ese contexto, el mandatario nicaragüense subrayó durante un encuentro con una misión comercial de El Salvador que llegó a Nicaragua, la posición que busca consenso regional para alcanzar resoluciones que hagan justicia a los países pobres que han sido víctimas de la globalización y la industrialización.
En el encuentro el mandatario salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, dijo que en ese país el 35 por ciento de los jóvenes salvadoreños no estudia ni trabaja, situación que es imprescindible superar en forma integral y regional para superar los niveles de pobreza y para encarar los retos que imponen temas como el cambio climático.
Destacó que el próximo encuentro del Sistema para la Integración Centroamericana (SICA) que se realizará en El Salvador, que ostenta la presidencia "pro témpore" del organismo regional, se analizarán temas que atañen a la región como la seguridad ciudadana y el desarrollo económico, pero también temas atingente al cambio climático.
Informó que los cancilleres de los países centroamericanos se reunieron y reflexionaron en junio pasado sobre el futuro de la integración, lo cual servirá a los presidentes para profundizar lo más que se pueda en este proceso.
"Centroamérica unida tenemos más posibilidades de desarrollarnos y de resolver nuestros graves problemas", dijo Sánchez Cerén, quien consideró que el fenómeno que más atenta contra la región es el narcotráfico, el crimen organizado y las pandillas criminales del Triángulo del Norte.
En tanto, poco antes de concluir la semana, el presidente del Consejo Nacional de Universidades (CNU) de Nicaragua. Telémaco Talavera, recalcó que es posible alcanzar un acuerdo en la cumbre que se realizará en Francia.
"Es ahora o nunca para que más de 190 países reduzcan y mitiguen los efectos invernaderos, que provocan la brusca variabilidad del clima y que desencadenan inestabilidad", dijo Talavera.
Indicó que la comunidad universitaria coincide plenamente con el gobierno de Nicaragua para exigir a los países desarrollados una indemnización por la depredación, destrucción y efectos nocivos del cambio climático, posición que espera tenga consenso durante la Conferencia Mundial COP21.