SANTIAGO, 13 ene (Xinhua) -- "A 25 años del fin de la Guerra Fría, es un momento en que las relaciones clásicas de América Latina con Estados Unidos debían ser vistas ahora a partir del actor que emerge en el mundo y que se llama China".
Así explicó el ex presidente chileno Ricardo Lagos al lanzar, junto a Enrique Iglesias, ex canciller uruguayo y ex secretario Iberoamericano, el libro "América Latina, China y Estados Unidos. Perspectivas latinoamericanas de las relaciones internacionales en el siglo XXI".
Lagos se preguntó:"¿Cuál es el tipo de relaciones de América Latina bis a bis con esos dos actores fundamentales de primer orden y qué eso significa?", indicando que el libro "ayuda a entender cómo tener un relacionamiento adecuado con China y con Estados Unidos, y entender lo que está pasando al interior de esos países".
Destacó la importancia de la economía china, citando las recientes turbulencias en las bolsas de ese país, que "producen unas consecuencias, que jamás pensamos en el pasado, y eso ocurre después que la moneda china fue aceptada como reserva del Fondo Monetario Internacional".
A su juicio, "estamos en un momento de transición en lo económico, pero más allá de lo económico, y aquí el tema de la geopolítica está teniendo lugar pasos agigantados en el escenario internacional".
Recordó que en enero del 2015, el presidente de China, Xi Jinping, recibió a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (CELAC), donde participaron 20 cancilleres de la región.
También que, en la cumbre de las Américas de Panamá, "hay un apretón de manos entre el dirigente cubano, Raúl Castro, y el presidente estadounidense, Barack Obama, y podemos decir que esta cumbre refleja la interacción de América Latina con la otra gran potencia, que es EEUU".
Según Lagos, "entonces, emerge con fuerza una realidad triangular, desde nuestro punto de vista América Latina y el Caribe con los Estados Unidos y con China".
Afirmó que el tema es "cómo somos capaces de entender esa relación y qué significa desde el punto de vista de los latinoamericanos en el escenario de esos dos países-continentes y también de nosotros los latinoamericnaos con la capacidad de incidir, si creemos que tenemos esa posibilidad".
Sin embargo, dijo que "ahora estamos en presencia de la nueva realidad: Es un cambio epocal más que una época de cambio, donde las relaciones internacionales han tenido un cambio radical desde el tratado de Wesfalia, que fijó las fronteras europeas, y el fin de la Guerra Fría en 1991.
Aseguró que "esa relación de Wesfalia del orden y del equilibrio se rompe no porque haya interés en romperla, sino porque se supuso que pasábamos de un equilibrio al triunfo de una sola nación y un solo país-continente que era Estados Unidos".
Pero, dijo "hemos entrado a un mundo interpolar en que no hay nadie que pueda resolver los grandes problemas mundiales por sí solos, y hay que reconocer que tiene el número Uno y agreguemos el número Dos, y, si no participan de esos acuerdos, no hay un orden mundial como tal y sería, más bien, un desorden mundial".
Según el ex presidente chileno, "tal vez, estemos pasando de un orden mundial, basado en equilibrios entre países grandes continentes o países-continentes o donde las regiones van a ser medidas como un conjunto de países, si pueden hablar con una sola voz para ser escuchadas. Léase la Unión Europea" .
Subrayó que "el reto de América Latina y el Caribe es ahora, porque estábamos acostumbrados a un orden donde la hegemonía de España, pasa a Francia, de Francia a Inglaterra, y de Inglaterra a Estados Unidos".
Además, Lagos planteó que de concretarse un acuerdo comercial entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE), gran parte de América Latina y el Caribe tendrían un tratado con los países del Viejo Continente.
"¿Qué ocurre si la mayoría de los países de América Latina tiene un acuerdo con Europa? y ¿sería posible que los países de América Latina pusieran a disposición del resto de los congéneres de América Latina lo mismo que ellos le han concedido a Europa?", planteó Lagos.
"¿Podría Chile decir al resto de los países de América Latina qué les ofrece lo que ya negoció con Europa? Y si eso lo hace cada uno de los países de América Latina, ¿sería posible si hacemos el estudio que ese sea un mínimo común denominador de nuestro proceso de integración?" acotó.
Recalcó que "si cada uno de nosotros otorga las mismas ventajas al resto de los países de América Latina que le dimos a Europa, tendríamos buena parte de nuestros problemas resueltos".
Al respecto, "a veces es difícil ponernos de acuerdo entre nosotros, pero todos los países vamos a terminar con un acuerdo con un tercero, como Europa".
Lagos apuntó que esta estrategia permitiría consultarle a la Unión Europea "si nos permitiría acumular el origen de los productos de nuestra región con los provenientes de Europa para que nuestros exportadores se integren a las cadenas globales de valor".
Finalmente, destacó que "si lo hacemos bien a lo mejor, como latinoamericanos, podemos tener una voz que sea un poco más escuchada en el mundo".