Pekín,14/01/2016(El Pueblo en Línea)-El reciente libre acceso de las fuente Qomolangma-Horyig del idioma tibetano, ofrecido por el Centro de Investigación de Tibetología de China, significa que el iPhone ya no es la única opción que tienen los tibetanos que quieran escribir en su lengua cuando utilizen otros teléfonos inteligentes.
Desde Internet ya se pueden descargar la hermosa fuente y personalizarlas en teléfonos inteligentes, pues tiene 17 tipos de variaciones. Anteriormente, sólo se podía utilizar la fuente Uchen, conocida por todos.
Con el libre acceso a la fuente Qomolangma-Horyig, rápidamente usuarios, empresas y editoriales han comenzado a utilizarla.
“Los avances técnicos logrados por los investigadores tibetanos en el transcurso de 8 años han logrado llevar a la pluma digital este antiguo estilo tibetano de escritura”, afirmó Norgye, director del Centro de Información de la Casa Editorial Minzu, institución que presentó el nuevo tipo de letra.
"Antes, era como tener una muda de ropa para todos los días. Ahora, se puede cambiar y elegir el armario para diferentes ocasiones. Esta nueva posibilidad es muy estimulante para los usuarios", asegura Norgye.
Al menos ocho de las variantes de la fuente Qomolangma-Horyig se basan en actas escritas por calígrafos tibetanos famosos.
“Llevar al teclado esta fuente bautizada como Qomolangma-Horyig superó muchas dificultades, ya que las normas relacionadas con la escritura tibetana varían bastante”, destacó Lu Yajun, del Instituto de Estudios Tibetanos de la Universidad de Nacionalidades del Noroeste. Por ejemplo, la influencia de una vocal puede extenderse sobre varias palabras, lo que significa todo un reto para lograrlo representar en medios digitales”.
"En comparación con la rígida fuente de letra antes disponible, la nueva fuente Qomolangma-Horyig es mucho más flexible", aseguró Lu.
Lu, que ha estudiado la cultura tibetana durante décadas, considera que al pueblo tibetano le apasiona la caligrafía. Los niños tibetanos, tradicionalmente practican la escritura con una pluma de bambú en un tablón cubierto de arena para mejorar sus habilidades antes de comenzar a escribir sobre papel. En la cultura tibetana, una persona que tenga mala letra se compara con un guerrero con un brazo roto.
“Desde el 2007, un grupo de expertos comenzó a estudiar el estilo de cada fuente para llegar a decidirse por la Qomolangma-Horyig, ya que ésta podrían satisfacer las preferencias estéticas de los tibetanos en diferentes regiones”, subrayó Tashi Tsering, director del proyecto.