La policía de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, sur de China, anunció hoy que detuvo a 30 sospechosos de fabricar y vender materiales explosivos.
Los sospechosos fueron capturados como parte de una campaña que empezó en octubre y concluirá en febrero.
Las autoridades confiscaron cerca de 1.000 kilos de explosivos, 2,68 toneladas de materiales para fabricar explosivos, 1.005 detonadores, tres armas y 21 metros de detonador, dijo el Buró de Seguridad Pública municipal de Liuzhou.
Los sospechosos están implicados en la venta y manufactura de explosivos y armas de fuego en Guangxi y en la provincia vecina de Guizhou.
Veintisiete están bajo detención penal y tres fueron liberados bajo fianza en espera de juicio.