La presidenta brasileña Dilma Rousseff anunció este martes la creación de la Autoridad Pública de Gobernanza en el Fútbol, la cual supervisará la gestión de las actividades vinculadas al deporte más popular en el país y la gestión de los clubes.
La agencia tendrá una participación igualitaria de los atletas, oficiales, entrenadores y árbitros, y será el órgano de supervisión del Programa de Modernización de la Gestión y de Responsabilidad Fiscal del Fútbol Brasileño (Profut), lanzado el año pasado.
Según la presidenta brasileña, mediante este nuevo órgano será posible seguir "con rigor y transparencia" el cumplimiento de los compromisos asumidos por los clubes en el Profut, y permitir que los patrocinadores tengan más confianza en el buen uso de los fondos invertidos.
"Dimos un paso decisivo en favor de esa sostenibilidad en el año 2015 con el inicio del plazo de Profut. Propició la refinanciación de las deudas de los clubes estableciendo como contraparte un compromiso de compensación a las reglas de gobierno, la transparencia y la responsabilidad fiscal", señaló.
Durante el anuncio de la creación del órgano fiscalizador se firmaron también contratos de patrocinio de entidades privadas con 10 de los mayores clubes de Brasil por un valor de 83 millones de reales (20,5 millones de dólares).
Al finalizar el periodo de adhesión al Profut, en noviembre pasado, sumaban 111 entidades deportivas integradas al programa.
Aprobado en julio por el Congreso Nacional y promulgado a fines de agosto, el Profut permite el pago a plazos de las deudas tributarias y deudas no tributarias de los clubes de fútbol en un plazo de hasta 240 meses (20 años).
A cambio, las entidades deportivas deben adoptar criterios de transparencia, de estabilidad financiera y mejora de la gestión, como la definición de mandato de cuatro años para los cargos electivos y la publicación en internet de la rendición de cuentas, con auditoría independiente.
Datos oficiales indican que las entidades adheridas tienen deudas estimadas en 3.830 millones de reales (957 millones de dólares) con el fisco, aunque no será negociado el total de dicha deuda.
Para permanecer en el programa, los clubes tienen que estar al corriente de las obligaciones fiscales y laborales, y si se atrasa en el pago de tres cuotas será excluido del programa y no podrá acceder a incentivos fiscales.
Rousseff anunció que antes de fin de año enviará al Congreso una propuesta de revisión de la Ley Pelé, que regula las transferencias de jugadores, y del Estatuto del Aficionado.