Está previsto que en 2035 un nuevo eje empresarial, bajo el nombre de Madinat al Hareer, la Ciudad de la Seda, sea completado en el norte de Kuwait con el objetivo de funcionar como una parada principal de la antigua vía comercial de la Ruta de la Seda.
Caracterizada en su diseño por un rascacielos de 1.001 metros de alto, la Ciudad de la Seda se codesarrollará por empresas kuwaitíes y chinas en el marco de la iniciativa de "la Franja y la Ruta", lanzada por el gigante asiático. El proyecto de la carretera Jeque Jaber, que unirá la nueva urbe con la ciudad de Kuwait, ya está en construcción.
China también está trabajando de manera estrecha con muchos otros países de Oriente Medio, como Egipto, Qatar y Omán, a fin de acelerar la cooperación en infraestructuras y manufacturas, entre otros campos.
Con una sustancial inversión en capital, personal, tecnología y experiencia, las empresas chinas en Oriente Medio están jugando un rol importante en el sostenimiento y la actualización de la economía regional, además de contribuir a la estabilidad social en una región a menudo marcada por los conflictos.
NO SOLO PETROLEO
La cooperación energética ha sido una parte importante de las interacciones económicas de China con Oriente Medio, dado que cerca de la mitad de las importaciones de petróleo del país asiático provienen de esta región.
Sin embargo, los expertos aseguran que la propuesta china de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y de la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI ha aportado una buena oportunidad para la expansión de la cooperación económica y comercial entre ambas partes.
"Hay un gran déficit en infraestructuras en muchos países de Oriente Medio, como resultado de sanciones, dificultades económicas o problemas de seguridad", expuso el jefe del Instituto de Estudios Culturales Arabe-Islámicos de la Universidad de Peking, Wu Bingbing.
"Y algunos países necesitan acelerar su desarrollo industrial a fin de acomodar la creciente población y el exceso de mano de obra", añadió el experto, que consideró que estas son dos áreas en las que la iniciativa china de "la Franja y la Ruta" puede satisfacer las necesidades de los países de Oriente Medio.
Según el director de los estudios de Oriente Medio en el Instituto de Estudios Internacionales de China, Li Guofu, lo mejor de la iniciativa de "la Franja y la Ruta" es que vincula el desarrollo de China al de otros países.
Por su parte, el exembajador egipcio ante China Mahmoud Allam afirmó que esta iniciativa ha cosechado una gran aceptación y muchos aplausos a su paso por los países de Oriente Medio.
INFRAESTRUCTURA
"La infraestructura se necesita urgentemente para el desarrollo económico y social en Oriente Medio", destacó el exenviado especial de China a la región Wu Sike. "Las compañías chinas han trabajado con los países árabes en este área durante largo tiempo, acumulando una cierta base", agregó.
El documento político sobre el mundo árabe de China, divulgado la semana pasada, enumera en cooperación en materia de infraestructuras con esta región áreas tradicionales como el ferrocarril, las carreteras y los puertos marítimos, así como la aviación y los satélites.
Wu Bingbing destacó la construcción ferroviaria como un ejemplo de la cooperación entre China y Oriente Medio.
La construcción de la segunda etapa de un ferrocarril de alta velocidad entre las ciudades turcas de Ankara y Estambul es un proyecto de referencia, y el proyecto de metro ligero en La Meca (Arabia Saudí), ha resultado muy conveniente para los peregrinos, manifestó.
En el futuro existe gran potencial para las empresas chinas en la región, ya que los países con gran densidad de población, como Irán y Egipto, necesitan urgentemente más inversiones en sus infraestructuras, aseveró Wu Bingbing.
En agosto de 2014 el Gobierno egipcio aprobó una ampliación de 72 kilómetros del Canal Suez para fortalecer la requeante economía del país. El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, ha comentado que las compañías chinas tienen grandes oportunidades en el proyecto.
El experto en asuntos asiáticos del Centro Ahram para Asuntos Políticos y Estratégicos Ahmed Qandil apuntó que los países de Medio Oriente, especialmente Egipto, pueden beneficiarse del progreso de China en estudios espaciales.
Las dos partes pueden trabajar juntas en la fabricación de satélites, la construcción de estaciones terrestres, así como en el procesamiento de datos, lo que contribuirá al proyecto de desarrollo nacional de Egipto, dijo a Xinhua.
EMPLEOS
Además de las infraestructuras, la cooperación en capacidad productiva también podría convertirse en un punto destacado de la cooperación bilateral en el marco de la iniciativa de "la Franja y la Ruta" y generaría puestos de trabajo, especialmente para los jóvenes.
"El mayor problema para muchos países en Oriente Medio son los problemas sociales como el desempleo, sobre todo en Egipto, donde hay una gran población", dijo Li, director de estudios Oriente Medio.
Una parte clave de la iniciativa china es el ofrecimiento de la construcción de infraestructura y la experiencia, lo que puede traer buenas oportunidades para los jóvenes, explicó a Xinhua.
De la misma opinión fue Qandil, quien dijo que la iniciativa puede ayudar mucho en la reducción del desempleo en la región.
"La resolución de ese problema social y económico puede ser por vía directa o indirecta a través de proyectos que impulsen la actividad económica y, finalmente, aumenten el crecimiento económico, lo que beneficiará a los intereses de la gente en general", agregó.
Wu Bingbing apuntó que países como Egipto, Sudán, Irak e Irán tienen una mano de obra relativamente abundante, a bajo coste y con buena educación, lo que proporciona un buen ambiente para el desarrollo del sector manufacturero.
"Por ejemplo, el textil, el acero, el cemento o los materiales de construcción pueden ser áreas potenciales de cooperación en capacidad de producción con Egipto, y, en Irán, los sectores de automóvil y de la electricidad tienen un gran potencial", añadió.
¿ES CHINA OPORTUNISTA?
En respuesta a las acusaciones occidentales de que China se ha comportado como un "oportunista" en Oriente Medio, los expertos dicen que la política del país en la región es simplemente diferente a la de Occidente.
"Nos centramos en la economía, el comercio y el desarrollo, lo que ayuda a estos países a resolver los problemas nacionales y regionales por su cuenta", esgrimió Wu Bingbing, "Sin embargo, los países occidentales se preocupan principalmente por los intereses políticos y de seguridad".
El funcionamiento continuo de los proyectos de grandes inversiones de China en Irak, por ejemplo, ayuda a incrementar los ingresos gubernamentales y a mejorar la estabilidad social, facilitando las operaciones de seguridad, indicó el experto.
Incluso cuando el Estado Islámico sembró el caos en Irak en 2014, China no detuvo su cooperación económica con el país, enfatizó Wu Sike. "El Gobierno iraquí me dijo que el papel de China fue sumamente útil para la estabilidad nacional", comentó.
Wu Binbing anotó que cada país tiene su propio papel en Oriente Medio, y debe aprovechar sus ventajas y adherirse a sus principios.
Según Li, los países occidentales deben ser culpados de la situación caótica en Oriente Medio.
"La actual agitación en Oriente Medio se debe en gran medida a las políticas equivocadas de Occidente", apuntó Li. "Llamar a China oportunista bajo tal situación es disparatado e inaceptable".
Allam indicó que existen diferencias grandes entre los países occidentales y China en lo que se refiere a las políticas sobre Oriente Medio.
"Occidente siempre mira a Oriente Medio con visión colonial e imperialista (...) Occidente trabaja para debilitar a Oriente Medio y expandir el caos y las diferencias, así como las sediciones religiosas a fin de controlar fácilmente sus riquezas", opinó Allam en declaraciones a Xinhua.
"Sin embargo, las políticas chinas sobre la región se basan en el desarrollo, la cooperación, la construcción de las capacidades de los países en esta región, así como la protección de los derechos de Oriente Medio y Africa sin intervención interna", agregó.
"Las políticas chinas ayudan a impulsar el tren de desarrollo en la región, mejorar la calidad de vida sin agotar los recursos y las riquezas de la región", enfatizó el exembajador.
Elogió a China como un modelo de país responsable que mantiene el equilibrio en los lazos sin caer las interferencias. "Por eso los países de Oriente Medio acogen con los brazos abiertos la cooperación con China en lugar de a Occidente".