Oriente Medio mira hacia China en busca de desarrollo y oportunidades

Actualizado a las 21/01/2016 - 08:29

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BEIJING, 20 ene (Xinhua) -- Durante demasiado tiempo, algunos países de Oriente Medio han estado atrapados continuamente en disturbios y en conflictos sangrientos, como las guerras civiles en Siria y Yemen, la lucha contra el Estado Islámico (EI), y el gran éxodo de los refugiados.

Los países de Oriente Medio, que en estos momentos están experimentando reformas y cambios, necesitan con urgencia garantizar su estabilidad política y un crecimiento económico dinámico.

Expertos creen que, como uno de los principales impulsores de la economía mundial con su fuerte crecimiento, China podría compartir algunas experiencias exitosas de desarrollo y ofrecer verdaderas oportunidades para lograr una cooperación de beneficio mutuo con sus socios en Oriente Medio.

OPORTUNIDADES DE CHINA

Los éxitos chinos y los frutos de la cooperación con Oriente Medio podrían ofrecer a la población local otra opción, con beneficios y un futuro prometedor, indicó el exembajador chino en Emiratos Arabes Unidos y Jordania Liu Baolai.

Las últimas décadas han sido testigo del robusto crecimiento económico de China, atrayendo la atención de los países de Oriente Medio, en su mayoría naciones en vías de desarrollo que comparten objetivos y tareas de desarrollo similares con Beijing.

El director del departamento económico de la Academia Sadat en Egipto, Ihab al Desoky, señaló que China, con sus políticas económicas estables y su crecimiento rápido, ha creado un excelente modelo a través de la utilización de su enorme población como un poder para el desarrollo, en lugar de como una fuente de presión.

El jefe del Centro Arabe de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, Xue Qingguo, lanzó tres ideas que los países de Oriente Medio podrían aprender de China: primero, explorar un camino de desarrollo que se ajuste a la situación doméstica de cada país; segundo, establecer las relaciones adecuadamente utilizando como directrices la estabilidad, la reforma y el desarrollo; y tercero, superar las divergencias en pos del bien superior de los países y sus pueblos.

"Oriente Medio está muy necesitado de la cooperación en construcción de infraestructuras y en desarrollo de capacidad, los cuales China está dispuesta a proveer. Al tiempo, la energía y el mercado de la región podrían también impulsar el crecimiento económico de Beijing", según Xue.

El enorme mercado y el capital, el mecanismo de formación de talentos de alta calidad y los sistemas maduros de atracción de inversión extranjera han probado que China puede beneficiar claramente a sus socios de cooperación, afirmó Liu.

"La potencia ilimitada en la industria, la energía, la contratación de proyectos, la tecnología y el turismo muestran que Oriente Medio tiene una gran necesidad de cooperar con China", indicó.

El exembajador chino ante Turquía Yao Kuangyi expresó opiniones similares a las de Liu. Destacó que China ya hace años que estableció una cooperación en capacidad productiva con los países de Oriente Medio, lo que ha construido una base sólida para el desarrollo futuro.

"China y Sudán lanzaron los proyectos de cooperación en la explotación petrolera ya en 1995, lo que creó más de 80.000 oportunidades de empleo para la gente local", señaló.

Los proyectos del desarrollo petrolero entre China y Sudán, afirmó, han establecido un buen ejemplo de la cooperación sincera caracterizada por los beneficios mutuos y han allanado el camino para la cooperación de capacidad de producción con otros países de Oriente Medio.

PERSPECTIVAS PARA DESARROLLO COMUN

La primera visita al extranjero del presidente chino, Xi Jinping, en este 2016 le lleva a Arabia Saudí, Egipto e Irán, lo que demuestra la relevancia estratégica que Beijing concede a la región.

Durante el viaje de Xi, muy esperado y que es el primero de un máximo líder chino a la región desde que hace cinco años comenzase allí un periodo de agitación política y social, la propuesta china de "la Franja y la Ruta" será el tema de discusión.

El experto del Centro Ahram para los Estudios Políticos y Estratégicos de Egipto Khald Abdle Khaliq se encuentra entre los que creen que la visita de Xi podría resultar en varios acuerdos para la implementación de la estrategia de desarrollo.

En referencia a la iniciativa de "la Franja y la Ruta", afirmó que cuenta con una cálida bienvenida en los países de Oriente Medio y apuntó que Arabia Saudí y Egipto han expresado su voluntad de reestructurar sus puertos y carreteras, a fin de unirse a un proyecto tan potente.

Además, la iniciativa podría resolver el problema crónico del alto desempleo, al facilitar numerosas oportunidades laborales en la región y creando una poderosa base para la cooperación sino-árabe. De este modo, razonó el experto, se allanará el camino para impulsar los ya fuertes lazos bilaterales y la cooperación.

Yao concordó con la idea de que el viaje de Xi potenciará aún más la iniciativa de "la Franja y la Ruta", y argumentó que "la construcción de infraestructuras, las manufacturas de alta gama, las industrias de empleo intensivo y el sector financiero son los cuatro aspectos principales en los que las dos partes están llevando a cabo una cooperación abierta y equitativa".

Entre los proyectos fundamentales se encuentran los trenes de alta velocidad, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), los satélites, la energía nuclear, las nuevas energías y el Fondo de la Ruta de la Seda, añadió.

Sin embargo, las tensiones en la región han empeorado durante el último año y las consecuencias de estas se han extendido de manera directa e indirecta a un creciente número de países.

El experto en Oriente Medio de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai Zhu Weile llamó a reducir los riesgos de seguridad en la región y a lograr un acuerdo político a largo plazo para, de este modo, acabar con los conflictos y las guerras tan pronto como sea posible.

Su sugerencia está en línea con el recién publicado documento político sobre el mundo árabe de China, difundido justo antes de la gira de Xi y en el que se reitera el compromiso de Beijing de impulsar la paz y la estabilidad en la región y una solución política para sus puntos candentes.