Por Mahmoud Fouly
EL CAIRO, 21 ene (Xinhua) -- El discurso del presidente chino, Xi Jinping, en la sede de la Liga Arabe presentó el desarrollo como "una nueva vía" para resolver la crisis de Oriente Medio y favorecer la estabilidad regional, según han opinado varios expertos.
"La clave para superar las dificultades es acelerar el desarrollo", apuntó Xi el jueves en la sede de la Liga Arabe en la capital egipcia, en una intervención en la que subrayó que la inestabilidad del Medio Oriente nace de la falta de desarrollo, por lo que la solución definitiva está en lograrlo.
Según Ahmed Eliba, investigador del Centro Regional de Estudios Estratégicos, con sede en El Cairo, "se están viendo en la arena internacional intentos de polarización y un resurgimiento de la atmósfera de guerra fría, pero China brinda lo que podemos definir como 'una tercera vía' que hace hincapié en el desarrollo como entorno para promover la estabilidad regional".
A su juicio, la perspectiva china sobre Oriente Medio busca la paz y la seguridad a través del desarrollo y de unas relaciones políticas equilibradas basadas en el mutuo interés.
Eliba destacó la importancia del vínculo entre desarrollo y diálogo, dos partes fundamentales del proceso de pacificación.
En este sentido, apuntó, "Xi piensa más allá y ofrece un punto de vista estratégico importante para sacar a los estados árabes de los sombríos túneles del conflicto a través del desarrollo".
Palestina, Siria, Libia, Yemen e Irak, todos ellos enclavados en la región de Oriente Medio, están sumidos en crisis que se han saldado con cientos de miles de personas muertas y un ingente número de desplazados.
"Creo que la visión estratégica de Xi es realmente importante pues podría ahorrar a la región el coste en vidas y fondos de las crisis actuales, además de que proporciona los puntos principales para resolverlas", anotó Eliba.
En su discurso en la sede de la Liga Arabe, el mandatario chino ofreció millones de dólares en ayuda a los pueblos árabes que sufren los conflictos y las guerras.
Aseguró que China apoya al mundo árabe en la resolución de sus problemas a través del crecimiento y el diálogo, al tiempo que añadió que el proceso de diálogo puede ser largo pero produce los resultados más sostenibles.
"Hay esperanza en el Medio Oriente, y todas las partes deberían buscarla a través del diálogo y el desarrollo", dijo Xi.
A juicio de Sobhy Essila, experto del Centro de Estudios Estratégicos y Políticos Al-Ahram, "Xi está tratando de transmitir a los estados árabes la experiencia china de resolución de las dificultades a través del diálogo".
"Según la perspectiva china, el único modo garantizado de resolver los problemas, ya sean económicos, educativos, de pobreza o de terrorismo, es mediante el desarrollo", agregó.
Así, opinó que las declaraciones del presidente Xi buscaban aplicar la experiencia china al mundo árabe a través del impulso a proyectos de desarrollo nacional que den esperanza a la gente, concentren la energía en construir y no dejen tiempo para otros asuntos negativos, como las disputas y las actividades terroristas.
Essila considera que el discurso de Xi ante la Liga Arabe ofrece "una visión china integral" sobre la cooperación sino-árabe y aporta métodos adecuados para resolver los asuntos de Oriente Medio.
"Económicamente, quedó claro que Xi tenía iniciativas específicas en mente y que China ha preparado muchos proyectos para invertir en los Estados árabes", explicó el experto a Xinhua.
"Si los Estados árabes creen, como lo cree China, que el campo económico puede afectar poderosamente al político y al cultural, los árabes estarán tomando una buena senda", argumentó.
El presidente chino llegó a Egipto el miércoles para una visita de Estado en la que es la segunda parada en su gira por tres naciones de Oriente Medio. La primera parada fue Arabia Saudí y la última será Irán.
El exembajador egipcio en China Mahmoud Allam destacó que la visita de Xi supone un "fuerte mensaje" sobre la gran importancia que el liderazgo chino le concede a los lazos sino-árabes.
En su discurso, Xi reclamó a todas las partes en conflicto que recurran al diálogo y al acuerdo político.
"La comunidad internacional debe respetar la voluntad y el rol de los directamente implicados, de los países vecinos y de las organizaciones regionales, en lugar de imponer una solución desde fuera", defendió el mandatario chino.
"El discurso de Xi muestra el entusiasmo de China sobre la consecución de la seguridad y la estabilidad en el mundo árabe y sobre la no interferencia de las potencias extranjeras en los intereses de los Estados árabes", aseveró Allam.
El exembajador añadió que los Estados árabes, a través de sus experiencias con otras grandes potencias, ven a China como "uno de los Estados más fiables", en el que pueden confiar y con el que pueden cooperar.
Allam valoró que Xi se centrase en el desarrollo como una estrategia para resolver los problemas de Oriente Medio, e instase a los árabes a que vieses la experiencia china como prueba de que el desarrollo es "la llave adecuada para resolver muchos asuntos".
"Deberíamos admitir que muchos de los problemas actuales en el mundo árabe son el resultado de la falta de modelos de desarrollo exitosos que unan a la gente detrás de sus líderes", esgrimió.
"El desarrollo es una vía para movilizar a la gente hacia el logro de los intereses comunes y la superación de los desacuerdos", sentenció Allam.