Las estatuas de desnudos cubiertas en los Museos Capitolinos de Roma durante la visita del presidente de Irán Hassan Rouhani se han convertido en un misterioso juego de culpas en Italia.
A principios de esta semana, los medios locales publicaron imágenes de algunas estatuas clásicas cubiertas con grandes cajas blancas para ocultar los cuerpos desnudos, al parecer como una forma de respeto a los visitantes iraníes.
Se ha señalado que el cubrir las estatuas de desnudos fue presuntamente acordado entre la delegación iraní y las autoridades italianas.
El asunto generó un debate y ocupó las primeras planas de los diarios en Italia. Pero el ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini, quien acompañó a la delegación iraní hoy en una visita al Coliseo, dijo que a él no se le informó de la decisión.
"Ni al primer ministro Matteo Renzi ni a mí se nos informó sobre la decisión de cubrir la estatuas", dijo Franceschini en una entrevista por televisión. "Creo que fácilmente se podrían haber encontrado otras formas de evitar ofender la sensibilidad de tan importante invitado extranjero sin esta incomprensible decisión de cubrir las estatuas", dijo.
Cuando se le preguntó sobre este mismo tema, el presidente Rouhani dijo en conferencia de prensa que no hubo conversaciones sobre las estatuas. "Lo único que puedo decir es que los italianos son muy hospitalarios. Tratan de hacer todo lo posible para agradar a sus invitados y les doy las gracias por eso", dijo.
Los Museos Capitolinos, el museo público más antiguo del mundo cuya creación se remonta a 1471, albergan varias estatuas de desnudos como la Venus Capitolina. La estatua, una imagen de Venus-Afrodita después de un baño, estuvo entre las estatuas cubiertas.
La Superintendencia de Cultura de Roma, una oficina técnica de la municipalidad de Roma que administra el patrimonio cultural de la capital italiana, dijo que no es responsable de la medida, informó la agencia noticiosa italiana ANSA.
"No tenemos nada que decir porque no tenemos absolutamente nada que ver con el asunto", dijo a Xinhua la oficina de prensa de la municipalidad de Roma.
Por otra parte, la oficina del primer ministro anunció hoy que abrirá una investigación interna para deslindar responsabilidades en relación con la organización de la visita de Rouhani a los Museos Capitolinos.
Pero la acalorada discusión continúa en Italia mientras los italianos esperan los resultados. Algunos expertos influyentes consideran que fue una decisión equivocada, sin importar quién la tomó.
La medida podría haber tenido sentido si se hubiera tratado de imágenes de desnudo modernas en el cine o en publicidad, pero el patrimonio histórico es diferente y es respetado por todos en el mundo, dijo el crítico de arte Vittorio Sgarbi. "Al hacer esto, los italianos han quedado en ridículo", escribió Sgarbi en un artículo publicado en el diario Il Giornale.
Un analista geopolítico de origen iraní, Nima Baheli, dijo que al parecer no hubo ninguna petición de la delegación iraní en relación con las estatuas de desnudos.
"Es más. Si ustedes viajan a Irán verán que hay varios museos en donde también se exhiben estatuas o pinturas de desnudos, así que este asunto es bastante extraño", dijo Baheli en una entrevista con la televisión italiana Rai.