Aumentan a 235 los muertos y a 1.557 los heridos hasta el momento por el terremoto de 7,8 grados en la escala Richter ocurrido la víspera en Ecuador, según el último balance divulgado por el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas.
El funcionario afirmó en conferencia de prensa que la prioridad es el rescate de personas entre los escombros y la atención a los heridos por el movimiento telúrico, que ha tenido 189 réplicas y es el más fuerte reportado en el país sudamericano desde 1979.
El gobierno ecuatoriano ha destinado 300 millones de dólares para atender la emergencia por el terremoto ocurrido la víspera a las 18:58 tiempo local (23:58 GMT) frente a costas de las provincias de Esmeraldas y Manabí.
Unos 14.000 efectivos de la Fuerza Pública se han movilizado a las zonas afectadas para ayudar en la emergencia en Ecuador, país que se encuentra en estado de Excepción.
"Vamos a superar ésto. Un mensaje de calma y un abrazo solidario muy sentido a los que perdieron a sus familiares", dijo el funcionario, quien coordina la ayuda en la emergencia.
Glas recorrió este domingo las zonas afectadas de las ciudades de Manta y Portoviejo en la provincia de Manabí (noroeste), a la que es difícil llegar por la destrucción de carreteras.
Las localidades más afectadas de Manabí son Pedernales, Bahía de Caráquez, Canoa, Jama, Portoviejo y Chone, entre otras.
Además de Manabí, resultaron con daños las provincias de Esmeraldas, Guayas, Los Ríos, Santa Elena y Santo Domingo de los Tsáchilas, declaradas en emergencia.
"Continuamos haciendo esfuerzos para mayor operaciones rescate, garantizar el suministro de agua y albergues", indicó Glas.
El vicepresidente dijo también que en las próximas horas llegará la ayuda humanitaria internacional y que tampoco "hay alerta de tsunami", ni afectación en represas en Manabí.
Llamó a la población a evitar recuperar sus pertenencias entre los escombros.
"Vamos a salir de este desafió que nos impone la naturaleza", insistió Glas, quien además llamó a la unidad en estos momentos difíciles.