BUENOS AIRES, abr 18 (Xinhua) -- Los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro representarán un hecho inédito para el deporte argentino, que aseguró la participación de al menos cinco maratonistas.
El maratón es una de las disciplinas que más medallas ha otorgado en la historia de Argentina (dos de oro y una de plata), aunque el último éxito se remonta a los Juegos de Helsinki 1952.
La última semana, Rosa Godoy y Viviana Chávez se sumaron a Mariano Mastromarino, Luis Molina y María de los Ángeles Peralta como los representantes del país sudamericano en la prueba de los 42,195 kilómetros.
Tanto Godoy como Chávez lograron su clasificación en la Maratón de Rotterdam (certamen perteneciente al circuito mundial IAAF Gold Label Races).
Godoy, nacida en la provincia de Córdoba, hizo una marca de 2h38m41, estableció un nuevo récord personal y se metió entre las cinco mejores maratonistas de la historia argentina.
Por si fuera poco, la semana próxima Federico Bruno intentará completar el equipo cuando compita en la Maratón de Hamburgo, Alemania, y tendrá la posibilidad de darle a Argentina el máximo de competidores posibles en esa disciplina en Río.
Entre los argentinos clasificados destaca el caso de Mastromarino, quien con 33 años, abandonó su especialidad de 3.000 metros con obstáculos para comenzar a competir en maratón.
En esta disciplina sorprendió al ganar en Buenos Aires en 2014, tras 10 años consecutivos de triunfos extranjeros, y obtener la medalla de bronce en los Panamericanos de Toronto, el año pasado.
El maratón supone, para el deporte argentino, la nostalgia de un tiempo pasado que fue mejor y lo ubicó en la elite mundial.
El primer maratonista argentino en pasar a la historia fue Juan Carlos Zabala, "el ñandú de las pampas", que en los Juegos de Los Ángeles 1932 logró la medalla de oro y estableció el récord olímpico para ese momento.
Cuenta la historia que el esfuerzo del argentino en esa carrera fue tal, que al cruzar la línea de meta colapsó y tardó algunos minutos en recuperar el conocimiento.
La calidad de los fondistas argentinos volvió a quedar plasmada en los Juegos de Londres 1948, con medalla de oro y tres atletas del país sudamericano en los primeros 10 lugares.
El ganador de la presea dorada de esa cita olímpica fue Delfo Cabrera (bombero de profesión), mientras que Eusebio Guiñes y Armando Sensini terminaron quinto y noveno, respectivamente.
El último gran hito de un maratonista argentino fue en Helsinki, en 1952. Reinaldo Gorno alcanzó la medalla de plata detrás del checo Emil Zátopek, un mito del atletismo mundial.
En esos Juegos, Delfo Cabrera volvió a tener un papel muy destacado e incluso corrió casi nueve minutos más rápido que en Londres, pese a lo cual terminó en quinto lugar.
A partir de allí, el desempeño de los fondistas argentinos fue decreciendo en su nivel, y sólo Osvaldo Suárez tuvo un papel decoroso en Roma 1960, cuando consiguió el noveno lugar.
Ahora, Argentina tendrá por primera vez cinco fondistas (que pueden ser seis) en Río de Janeiro, y pese a que los mejores tiempos de cada uno hace difícil suponer que puedan pelear por una medalla, será una buena oportunidad para recuperar el brillo que ese deporte supo tener en el país.