La Policía Federal brasileña desarticuló hoy una banda conformada por policías y agentes penitenciarios acusados de formar parte de un grupo de exterminio que cometió al menos 100 asesinatos en varias ciudades del estado de Rondonia (norte).
Con la presencia de unos 250 agentes, la operación "Mors" busca cumplir 35 órdenes de búsqueda y aprehensión y 14 órdenes de prisión de personas que conforman este "grupo de exterminio", el cual actuaba al menos desde 2009 por motivos fútiles con la idea de hacer una "limpieza social" de pequeños infractores y usuarios de drogas.
Según el delegado Eduardo Gomes, jefe de las investigaciones, no hubo criterios para las ejecuciones.
"Continuaban ocurriendo las muertes con la ideología de limpieza social. El crimen evolucionó, las motivaciones son las más variadas, intereses personales, intereses financieros, motivos fútiles e incluso el interés del grupo en mantener el anonimato ejecutando testigos", explicó.
Según Gomes, los crímenes empezaron a suceder de manera desenfrenada en 2009 y se intensificaron en 2014, cuando el grupo perdió el control de sus actos.
Los investigadores detectaron que todos los asesinatos mantuvieron "el mismo ritual" y siempre eran realizados por dos hombres que iban en una motocicleta negra.