Una mujer de la etnia Bouyei y un extranjero participan de la danza de bambú en Zhenfeng, en la provincia de Guizhou. [Foto: Xinhua y China Daily]
Qianxinan es una de las joya escondidas en el suroeste de Guizhou. Es el hogar de 36 grupos étnicos y ostenta una rica biodiversidad. Los expertos consideran que las ofertas naturales de Xingyi ofrecen un gran potencial para convertirse en un destino de clase mundial como Queenstown, en Nueva Zelanda, o Champéry en Suiza.
"Los lugares menos desarrollados e inaccesible, a menudo aumenta el valor del hecho de hacer turismo. Dentro de esta particularidad, las montañas son los destinos mejor valorados", observa Wang Zhigang, consultor de estrategia de mercado de Qianxinan.
Qianxinan actualmente construye instalaciones para el esquí alpino, puenting, escalada, rafting, vuelos en globo y el paracaidismo para darle la bienvenida al turismo mundial que busque este tipo de opciones.
Las autoridades locales se han comprometido en mejorar el transporte y la capacidad de alojamiento. Al mismo tiempo, se mantiene el cuidado al medio ambiente.