El jefe anticorrupción de China, Wang Qishan, enfatizó que se debe restringir a través de normas el poder de supervisión y de ejercer la disciplina de las agencias de control disciplinario.
Wang, secretario de la Comisión Central de Control Disciplinario (CCCD) del Partido Comunista de China (PCCh), hizo estas declaraciones al visitar el lunes y martes la ciudad de Zhenjiang en la provincia oriental de Jiangsu.
Durante la gira, Wang presidió un simposio al que asistieron inspectores de control disciplinario de regiones provinciales y solicitó las opiniones sobre el proyecto de regulación del trabajo de las agencias de control disciplinario del PCCh.
"La confianza no puede ocupar el lugar de la supervisión. Las agencias de control disciplinario deben ser supervisadas principalmente por los comités del Partido de diversos niveles", dijo Wang.
Wang pidió a las agencias de control disciplinario integrar la autodisciplina con otras formas de supervisión, incluida la supervisión al interior del Partido y por parte de la gente, y hacer cumplir las normas de una manera estricta.
"El poder ilimitado es peligroso. Las normas deben servir como un control y balance del poder", dijo Wang.