A mediados del mes pasado, Gao faltó a clase y viajó en tren de alta velocidad a Wenzhou, una ciudad al sur de la que nunca había oído hablar.
"Conocí a la familia. Me dieron las gracias muchas veces, pero para mi no es un gran problema”, dijo.
Nacida en Krefeld, Alemania, Gao estudió en la Universidad de Goettingen, especializándose en chino y deportes. Llevaba estudiando chino dos años cuando llegó a la Universidad de Zhejiang como estudiante de intercambio para mejorar su capacidad de chino.
"Mi padre es doctor y siempre me dice que debo ayudar a los necesitados. En el tren de regreso a la universidad, sentí una gran felicidad", dijo.
Sin embargo, cuando se enteró después del fin de semana que Kong no había podido encontrar suficientes donantes para su última transfusión, Gao fue a Wenzhou el martes y se volvió a donar sangre sin dudarlo.
"Siento que tengo una conexión especial con Wenzhou y con la familia ahora", dijo.