Adherirse al principio de una sola China es la norma general y la voluntad global |
Por Diario del Pueblo
Beijing, 28/12/2016(Pueblo en Línea)-El 20 de este mes, Santo Tomé y Príncipe suprimió las supuestas "relaciones diplomáticas" con Taiwán. Posteriormente, China y el país de África occidental firmaron el 26 de diciembre el comunicado conjunto que anuncia la reanudación formal de las relaciones diplomáticas, a nivel de embajador. En el documento se reconocen el principio universal de una sola China y al gobierno de la República Popular China como el único gobierno legítimo que puede representar a China continental y a Taiwán, parte inalienable del territorio chino.
Después de la decisión de Santo Tomé y Príncipe de suprimir las supuestas "relaciones diplomáticas" con Taiwán, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China declaró que China le daba la bienvenida a Santo Tomé y Príncipe a la vía correcta que elige el principio de una sola China. La reanudación de las relaciones diplomáticas obedece al insoslayable desarrollo histórico, acorde con la realidad objetiva de hoy. Además, refleja que adherirse al principio de una sola China es la norma general y la voluntad global que además se corresponde con los intereses pragmáticos, a largo plazo, de los pueblos de China y Santo Tomé y Príncipe.
Como todos conocen, en la XXVI Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada en octubre de 1971, se adoptó la Resolución No. 2758, que reconoce al gobierno de la República Popular China como el único gobierno legítimo que representa a toda la nación china. El principio de una sola China, encarnado en el contenido de esa resolución, se ha convertido en el consenso que sigue la comunidad internacional y en una norma universal para las relaciones internacionales. El hecho de que Santo Tomé y Príncipe reconozca el principio de una sola China, suprima las mal llamadas "relaciones diplomáticas" con Taiwán y reanude las relaciones diplomáticas con la República Popular China evidencia una justa restauración del vital principio y robustece la justicia internacional.
El principio de una sola China también implica el interés esencial de China y los sentimientos del pueblo chino. Es la condición necesaria y la base política para que China mantenga y desarrolle la cooperación amistosa con los países del mundo. Respecto al principio de sola China, nunca se cederá ni un ápice. Cualquier persona o fuerza que intente cambiar la realidad de una sola China o haga negocios con este sagrado principio, serán rechazadas por todo el pueblo chino y la comunidad internacional.
China y África siempre han forjado una comunidad de interés y destino común. En 2015, en Johannesburgo se llevó a cabo con gran éxito la Cumbre del Foro de Cooperación China-África (FOCAC), hecho que abrió una nueva era en la cooperación bajo la fórmula ganar-ganar para el desarrollo común entre China y África. En esa cumbre, el presidente chino Xi Jinping presentó el programa “Diez Cooperaciones” para impulsar la industrialización y la modernización de la agricultura. El programa se ejecutará en los próximos tres años, decisión ampliamente aceptada por los países de África y ofrece una nueva esperanza para la cooperación y el desarrollo del continente.
En la actualidad, China se ha convertido en el mayor socio comercial de África y su principal fuente de financiamiento. Los países africanos han estado décadas esperando poder abordar el rápido tren del desarrollo, en aras de lograr la independencia económica y su propio desarrollo sostenible. China también se identifica como la principal fuerza exterior en la que África confía para cristalizar dicha meta.
Suprimir las supuestas "relaciones diplomáticas" con Taiwán es una coherente decisión del gobierno y pueblo de Santo Tomé y Príncipe. También refleja la pertinencia de la cooperación amistosa entre China y Santo Tomé y Príncipe. Las autoridades de Taiwán han presentado diversas excusas para ayudar a explicar la nueva realidad, pero lo que no han visto claramente es la verdadera sustancia de la situación. África, continente rico en recursos naturales y humanos, erige su desarrollo como la tarea primordial. Y espera que la comunidad internacional realmente le ayude en este derrotero. Lo que le urge a África es disponer de la capacidad de generar riqueza, en lugar de recibir ayuda.
El mundo ha tenido y seguirá experimentando cambios profundos y complejos. La fuerza nacional integral y la influencia internacional de China ya no es lo que antes era. La correlación de fuerzas de ambos lados del Estrecho de Taiwán ha cambiado sustantivamente, tanto en fuerza integral como en capacidad de desarrollo futuro. Taiwán ya no se puede comparar con China continental. Volver al certero camino del "Consenso de 1992" y reconocer que ambas partes del Estrecho de Taiwán pertenecen a una sola China es la premisa y la base para el desarrollo pacífico de las relaciones a través del Estrecho. Frente al diáfano derrotero histórico, las autoridades de Taiwán tienen que reconocer esta realidad objetiva y no llamarse al autoengaño.