En la China del futuro habrá ciudades sin coches
BEIJING, 16 dic (Xinhuanet) -- Hay pocos indicadores del fulgurante desarrollo económico de China tan evidentes como el aumento del número de coches. De ser un país de escasas infraestructuras viarias, el gigante asiático pasó en pocos años a reunir un parque móvil tan extenso que ha forzado al gobierno a tomar medidas regulatorias para evitar atascos y limitar la contaminación en las grandes ciudades. Una posible alternativa llega ahora a China de la mano de una pequeña ciudad del noroeste de España: sacar los coches de la ciudad.
Pontevedra está en la comunidad de Galicia, en la costa atlántica, cerca de la frontera con Portugal. Desde 1999 ha ido restringiendo paulatinamente el acceso de los vehículos al casco urbano. Hoy en día solo pueden pasar para servicios puntuales y para aparcar. Las calles son ahora de los vecinos, que se mueven a pie y en bicicleta. Los accidentes se han reducido un 70%. Los niños pueden ir solos al colegio.
Aunque comerciantes y vecinos mostraron ciertos recelos al principio -había un temor a que la falta de coches perjudicase a los comercios-, la población ha acabado por asumir el modelo, que en los últimos años acumula premios en su país y en el extranjero, de Dubai a China, donde la semana pasada el gobierno local recibió el reconocimiento de los Euro-China Green & Smart City Awards, que se entregaron en la ciudad de Shenzhen, situada en la provincia de Guandong.
Tanto bombo provocó que el modelo de la pequeña urbe gallega (tiene menos de 100.000 habitantes) llamase la atención de la empresa de Beijing China Fortune Land Development (CFLD), un gigante del desarrollo inmobiliario que quiere aplicar una de las directrices que el gobierno chino anunció el pasado verano: construir en tres años 1.000 ciudades por todo el país con características distintivas y especial foco en la calidad de vida.
Así que la empresa aprovechó la visita del alcalde de Pontevedra para invitarlo a Beijing a explicar in situ el secreto del éxito, que la ha llevado a ser uno de los pocos municipios de la comunidad, muy afectada por la crisis económica, cuya población no disminuye. “Había señoras a las que le parecía mal que los niños jugasen a la pelota, porque alguna vez recibió un balonazo. Le dije que los balonazos no matan, pero los coches sí”, rememoró. Todo con una idea básica en la cabeza: “Queríamos hacer una ciudad para las personas”.
“Lo que más me sorprendió fue que el alcalde tuviese esta idea y pudiese ejecutarla”, explicó a Xinhua tras el encuentro el director del Instituto de Desarrollo Urbano de CFLD, Li Yufeng, que espera poder aplicar el ejemplo gallego a sus nuevos proyectos. “Las directrices del gobierno pasan por la idea de relacionar las características locales de cada pueblo con su desarrollo económico y cultural. Es un proceso importante para la urbanización de China”, considera.
CFLD planea construir o reformar 40 de estos pueblos o pequeñas ciudades en las áreas circundantes de grandes ciudades con potencia económica como Beijing y Shanghai, a lo largo del río Yangtsé y en la provincia meridional de Guangdong.
La empresa cotiza en la bolsa de Shanghai y su pujanza la ha llevado a participar en proyectos urbanísticos internacionales en países como India o Egipto, o a crear ciudades enfocadas a sectores específicos, como la Nueva Ciudad Industrial de Gu’an, edificada al sur de Beijing y enfocada en el sector de la alta tecnología. Ahora planea ampliar la colaboración con Pontevedra a través de actividades formativas y visitas.
Queda por ver si la población china estará dispuesta a prescindir de los coches que hasta hace no tantos años estaban fuera de su alcance. ¿Podremos ver ciudades sin coches en el futuro?”. Para Li no hay duda: “Sí”, asegura, y ya anticipa posibles hermanamientos entre las nuevas ciudades y otras de Europa que, como Pontevedra, sirvan de inspiración para mejorar el día a día de los ciudadanos.