El gobierno de Ecuador prevé cerrar el 30 de abril los albergues que recibieron a miles de damnificados por el terremoto de 7,8 grados que azotó la costa norte del país el 16 de abril de 2016, dijo hoy el secretario del Comité de Reconstrucción, Carlos Bernal.
Bernal informó que el tema se abordó durante la reunión del gabinete ampliado que presidió este viernes el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el Palacio de Gobierno, en Quito.
Tras el terremoto que dejó 671 muertos, más de 28.000 damnificados y daños en las provincias de Manabí y Esmeraldas, el gobierno instaló 30 albergues con capacidad para acoger a 12.000 damnificados.
Transcurridos más de ocho meses del sismo, funcionan en la actualidad 24 albergues donde viven 6.000 personas, explicó Bernal, con base en los informes incluidos en el diario oficial de la Presidencia "El Ciudadano".
Los damnificados han abandonado de forma paulatina los albergues desde junio pasado, cuando el gobierno inició la entrega de incentivos económicos y bonos para alimentación, alquiler y reparación de viviendas.
Además, el gobierno impulsa la construcción de viviendas, ya sea en terreno propio o en urbanizaciones.
El gobierno se propuso además construir 1.500 viviendas en las zonas afectadas por el terremoto, como parte del proceso de reconstrucción.
La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo calculó en 3.344 millones de dólares (3 por ciento del PIB) los daños provocados por el terremoto.
De ese monto, se estableció que el 67 por ciento (2.253 millones de dólares) lo asuma el sector público y el 33 por ciento (1.091 millones de dólares) el sector privado.
Bernal precisó que hasta el pasado 30 de diciembre se invirtieron 1.193 millones de dólares en tareas de reconstrucción.
Tras el terremoto de abril pasado se han registrado 3.147 réplicas dentro y fuera de la costa ecuatoriana, según el último informe del Instituto Geofísico del país.
Entre esos eventos se encuentra un enjambre de sismos de hasta 5,7 grados de magnitud registrados el pasado 19 de diciembre frente a la zona costera de Atacames, en la provincia de Esmeraldas (noroeste).
La réplica de mayor intensidad dejó tres muertos por infarto, 47 heridos y 700 familias damnificadas en Atacames y Tonsupa, ambos balnearios situados a orillas del océano Pacífico.
La situación motivó a la instalación de nuevos albergues en esas localidades para atender la emergencia, lo cual obliga a recalcular los costos iniciales del terremoto, señaló el gobierno.
La réplica de 5,7 grados de diciembre pasado dejó además 1.101 viviendas afectadas, de las cuales 17 ya fueron demolidas de un total de 40 que deben pasar por este proceso.
El resto están en proceso de evaluación, agregaron las autoridades.