Los cuerpos sin vida de al menos siete presos fueron encontrados hoy en dos prisiones de la ciudad de Manaus en el norte de Brasil, informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Amazonas (norte).
La entidad reportó que al menos cuatro presos murieron la mañana de este domingo tras una rebelión en la prisión pública de Desembargador Raimundo Vidal Pessoa en pleno centro de Manaus, capital del estado de Amazonas.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública de Amazonas, tres de los reclusos muertos fueron decapitados y otro más murió asfixiado.
Más de 200 presos se amotinaron la víspera por la tarde, para protestar contra el estado de las instalaciones, que fueron cerradas en 2016 por recomendación del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), debido a la superpoblación de presos en su interior y a la precaria infraestructura.
El presidio permanecía cerrado y esta semana fue abierto para albergar a varios presos de la penitenciaria Anísio Jobim de la misma ciudad, precisamente donde el pasado 1 de enero una pelea entre internos dejó en ese momento al menos 56 muertos.
Autoridades del Complejo Penitenciario de Anísio Jobim (Compaj) localizaron a su vez a las afueras del centro carcelario los cadáveres en avanzado estado de descomposición de otros tres presos, con lo que se elevó a 59 el número de muertos por la rebelión.
Las autoridades atribuyen las muertes a la lucha entre dos bandas criminales por el control de drogas en la región.
La matanza en el Compaj es la segunda mayor en una cárcel de Brasil, apenas superada por la de Carandiru en el estado de Sao Paulo (sureste) que dejó 111 muertos en 1992.
Esta misma semana, otros 33 presos murieron en una cárcel de Boa Vista, capital del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela y Guyana, también debido a la lucha entre bandas rivales.