BEIJING, 10 ene (Xinhua) -- El crecimiento de los precios al productor de China superó las expectativas del mercado en diciembre, impulsado por los crecientes precios de las materias primas y una demanda sólida, mientras que los precios al consumidor se mantuvieron moderados, de acuerdo con los datos difundidos hoy martes por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
El índice de precios al productor (IPP), que mide el costo de los bienes a la salida de fábrica, se elevó un 5,5 por ciento interanual el mes pasado, con lo que marcó un máximo en los últimos más de cinco años. El ritmo de crecimiento se incrementó respecto al 3,3 por ciento de noviembre y el 1,2 por ciento de octubre.
Con la presión de la desaceleración en la economía, el IPP se había quedado atrapado en territorio negativo durante 54 meses antes de volver a crecer en septiembre. Los analistas esperan que esta tendencia al alza actual continúe en enero.
El crecimiento, que fue mejor de lo esperado, indica mayores beneficios para las empresas chinas y resulta un signo alentador en un contexto de desaceleración económica que se suma a las esperanzas de que China logre una base sólida en el inicio del nuevo año.
Factores entre los que se encuentran el tipo de cambio del yuan chino y los precios al alza del carbón y el acero llevaron a aumentos continuados en el IPP, afirmó el estadístico senior del BNE Sheng Guoqing, que destacó que la demanda del mercado también registró una recuperación constante debido a la reforma industrial que está en marcha.
El IPP del conjunto del año cayó un 1,4 por ciento, lo que supone una recuperación con respecto al descenso del 5,2 por ciento de 2015.
Por su parte, la inflación se mantuvo moderada en diciembre, aunque registró un crecimiento más acelerado en todo 2016.
El índice de precios al consumidor (IPC), el principal indicador de la inflación, subió un 2,1 por ciento interanual en diciembre, en comparación con el 2,3 por ciento de noviembre. En el conjunto de 2016, el IPC se incrementó un dos por ciento, muy por debajo del objetivo anual del gobierno, que era del tres por ciento.
El crecimiento de los precios al consumidor se situó en un 1,4 por ciento en 2015 y en un dos por ciento en 2014.
Sheng atribuyó la ralentización de diciembre a que la base del mismo periodo de 2015 que se toma para hacer la comparación era más elevada y a los débiles incrementos de los precios de los vegetales y las frutas.
"Los datos de la inflación muestran que la economía de China finalizó 2016 con fortaleza", señaló el economista de Bloomberg Tom Orlik. "Las subidas en los precios al consumidor descendieron, pero el incremento en el índice que no incluye alimentos apunta a una demanda resistente. Los precios al productor volvieron a subir, con lo que continuaron alejándose del territorio de deflación", agregó.
No obstante, los datos de la inflación, en especial la subida del IPP, también provocaron preocupación por los riesgos de estancamiento y aumentaron las expectativas de medidas restrictivas por parte del banco central, incluidos incrementos de los tipos de interés.
Un economista de Morgan Stanley Huaxin Securities, Steven Zhang, rechazó que haya motivos de preocupación.
"China subrayó la 'neutralidad' en su política monetaria prudente, pero para el objetivo de prevenir burbujas de activos y reducir los riesgos financieros... es innecesario adoptar medidas extra como subidas de tipos", analizó.
En la misma línea, Orlik manifestó que la influencia de la política monetaria del gobierno será limitada, puesto que unas cifras del IPP más altas todavía tienen que tener mucho impacto en los productos para los consumidores.
Orlik predijo que la inflación medida con el IPC seguirá descendiendo a lo largo del primer trimestre, puesto que los crecientes precios de los alimentos provocaron ascensos en el índice en el mismo periodo de 2016.
Además de los datos de la inflación, China tiene previsto difundir una serie de datos de otros grandes indicadores económicos relativos a 2016, incluidos el producto interior bruto (PIB), la producción industrial, la inversión, las ventas de vivienda y el M2 (una medida de la oferta monetaria), así como las cifras de las exportaciones e importaciones.
Impulsada por un mayor gasto del Estado en infraestructuras y la expansión en el mercado inmobiliario, la economía se mantuvo estable frente a los vientos en contra y el PIB creció de forma constante un 6,7 por ciento en los tres primeros trimestres de 2016.
El director de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Xu Shaoshi, manifestó hoy martes en una rueda de prensa que estima que la economía ha mantenido la misma tasa de crecimiento en el conjunto del año, impulsada por el fuerte consumo.