ZHENGZHOU, 16 ene (Xinhua) -- La gente de la provincia central china de Henan perderá la diversión de celebrar el Año Nuevo Lunar chino con el lanzamiento de petardos y fuegos artificiales a cambio de un aire más limpio.
La provincia, igual que muchas otras en el norte de China, ha sido víctima de frecuentes rondas de esmog, neblina más contaminación, este invierno, y ha creado una oficina para combatir la contaminación medioambiental.
El director, Tao Ye, afirmó a Xinhua que su oficina ha emitido una circular para expandir la actual prohibición de lanzamiento de petardos en las ciudades a todos los poblados de nivel distrito con ocasión de la venidera Fiesta de la Primavera.
Según Tao, los petardos, cuando estallan, producen gran cantidad de contaminantes como polvo, elevando el nivel de PM10 a 1000 microgramos por metro cúbico, y el de PM2,5 a entre 400 y 500 microgramos por metro cúbico.
El PM2,5 se refiere a partículas flotantes con diámetro inferior a 2,5 microgramos y es comúnmente citado como índice de contaminación de polución aérea. Las diminutas partículas traen químicos dañinos que pueden penetrar el pulmón.
Mientras que las emisiones procedentes de las industrias pesadas, los hornos que usan carbón como combustible, los vehículos y la quema de biocombustible son considerados las principales causas del cada vez más grave esmog en el norte de China, el intensivo estallido de petardos puede provocar la subida inmediata de la densidad de contaminantes en un corto tiempo.
Tao advirtió que los niveles de contaminación del año pasado estaban por encima del índice durante los días festivos de la Fiesta de la Primavera, algo que no se debe volver a ocurrir.
"Este año, todos los gobiernos de distrito han firmado un compromiso con nosotros para prohibir completamente la venta y uso de petardos en todo momento", aseguró el funcionario.
Lanzar petardos es una tradición de los chinos durante el Año Nuevo Lunar y otros importantes festivales u ocasiones tradicionales. Las explosiones se escuchan día y noche, puesto que la gente cree que el ruido aleja los malos espíritus y trae buena suerte.