La migración de mexicanos hacia Estados Unidos, contra la cual el presidente de ese país, Donald Trump, enfoca sus esfuerzos, se ubica en su nivel más bajo desde la década de los 60 del siglo XX, según datos del gobierno de México e instancias internacionales.
El muro anunciado por el republicano en la frontera común de 3.200 kilómetros llega en un momento en que sólo el 25 por ciento del flujo que migra a Estados Unidos, tras cruzar la línea de manera ilegal o que llega con visa de turista, corresponde a mexicanos, de acuerdo con la cancillería mexicana.
Las cifras oficiales muestran que 5,8 millones de mexicanos se encuentran entre los 11,8 millones de migrantes sin papeles que están en el vecino país, pues el resto son de Centroamérica y Asia.
En total, en Estados Unidos se encuentran unos 11,6 millones de migrantes nacidos en México, incluido los que ahora cuentan con papeles de residencia, según los datos.
El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), la institución de investigación de los bancos centrales de la región, informó que el flujo migratorio mexicano tuvo un brusco freno desde 2008, tras ser intenso de 1990 a 2007, cuando llegó a su nivel máximo.
Ahora el flujo registra cifras negativas con respecto al pasado por una menor demanda de la mano de obra, medidas de repatriación, control fronterizo y sentimiento antiinmigrante en estados como Arizona, factores que desalentaron la intención de mexicanos de ir a Estados Unidos y en algunos casos retornar de manera voluntaria al país, según el CEMLA.
Encuestas apuntaron desde 2012 que sólo el 11 por ciento de mexicanos considera migrar a Estados Unidos, frente al 21 por ciento que pensaba hacerlo en 2007.
"Estamos en una etapa en que podríamos negociar acuerdos de movilidad legal, que es lo que ellos quieren, pero (Donald Trump) está haciendo todo lo contrario", dijo hace unos días a Xinhua el politólogo e internacionalista del Colegio de México, Gustavo Vega.
Los 11,6 millones de migrantes nacidos en Estados Unidos forman parte de una comunidad de 35 millones de personas originarias de México que contribuye con el 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de ese país, según datos de la Fundación BBVA Bancomer divulgados por el gobierno mexicano.
Sectores como los de la construcción, manufacturas, alimentos, recreación y hospedaje echan mano de los migrantes mexicanos, principalmente en California, Texas, Nevada, Illinois, Colorado, Nueva York, Georgia, Florida y Carolina del Norte, estados que se ubican como los principales destinos de la migración de los connacionales.
Al tomar como referencia cifras oficiales de Estados Unidos, el gobierno mexicano ha enfatizado que las economías de Los Angeles, Chicago y Houston, las ciudades con más migrantes mexicanos, han tenido un crecimiento por encima del promedio nacional.
Además, la comunidad de origen mexicano, que representa el 11 por ciento de la población total de Estados Unidos, también es empresaria, porque encabeza unas 575.000 firmas que cada año generan 17.000 millones de dólares en ingresos.
"Es una comunidad demasiado proactiva que es emprendedora", sostuvo en noviembre pasado el entonces embajador de México en Estados Unidos, Carlos Sada, quien desde el lunes último ocupa la subsecretaría para América del Norte de la cancillería mexicana.
Aunque envían unos 25.000 millones de dólares anuales en remesas a México, el gobierno federal destaca que los migrantes mexicanos pagan impuestos y seguridad social.
Un estudio del CEMLA arrojó que los migrantes mexicanos gastan el 87 por ciento de su salario en la economía estadounidense, ya que el promedio mensual de las remesas que envían a México es de 317 dólares.