BRASILIA, 20 mar (Xinhua) -- El escándalo desatado en Brasil en el sector de cárnicos congelados ha escalado la frontera, luego de que algunas naciones anunciaron hoy la suspensión de importaciones de estos productos, informó la prensa local.
Este lunes, el ministro chileno de Agricultura, Carlos Furche, anunció que se cancelará de manera temporal la importación de carne brasileña tras el escándalo de adulteración.
"El cierre del mercado brasileño de carne es temporal, hasta que informen si hay frigoríficos autorizados para exportar a Chile", indicó el ministro a través de su cuenta en la red social Twitter.
Brasil es el segundo abastecedor de carne al mercado chileno con 37.000 toneladas al año, mientras que Paraguay es el primer exportador con 39.000 toneladas, según datos del gobierno chileno.
La Policía Federal (PF) de Brasil reveló el pasado 17 de marzo mediante la denominada operación Carne Débil, una red de corrupción en las firmas de productos congelados más importantes del país.
La dependencia allanó varias plantas frigoríficas para determinar si algunas estaban pagando sobornos para ocultar condiciones insalubres y denunció que algunas firmas habían vendido productos cárnicos podridos y adulterados.
Las autoridades determinaron que se usaron químicos para ocultar el mal olor de la carne podrida y se alteró la fecha de vencimiento del producto.
En tanto, el vocero de la Comisión Europea, Enrico Brivio, anunció este lunes que se supervisan las importaciones de carne procedente de Brasil y se prohibirá el acceso a la Unión Europea a las compañías implicadas en el escándalo.
"La Comisión se asegurará de que se suspenda la exportación a la Unión Europea de las empresas implicadas en el fraude", agregó Brivio.
La UE solicitó además al país sudamericano suspender "la certificación de estos establecimientos durante el proceso de exclusión de la lista".
Brasil es el líder de exportaciones en la materia; en 2016 vendió más de 6.900 millones de dólares en carne de ave y 5.500 millones de dólares de carne vacuna.
La víspera, el presidente brasileño, Michel Temer, se reunión por la noche con un grupo de embajadores de países importadores de carne brasileña para trasmitirles un mensaje de confianza, tras el escándalo.