SANTIAGO, 12 jun (Xinhua) -- La agricultura de los países en desarrollo sufrió el 23 por ciento de todos los daños y pérdidas causados por desastres de mediana y gran escala de 2006 a 2016, informó hoy la oficina de la FAO para América Latina y el Caribe, ubicada en Santiago, la capital chilena.
En un comunicado, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dijo que, por causa de la sequía, la agricultura recibió hasta el 80 por ciento de los daños en el mismo periodo, una muestra del impacto severo de los desastres naturales en el sector agrícola y en la seguridad alimentaria.
La oficial de Gestión de Riesgos de la FAO, Anna Ricoy, explicó, en el documento, que "el sector agrícola no sólo es una víctima, muy por el contrario es parte de la solución, y puede jugar un rol clave para la reducción del riesgo de desastres".
"Las prácticas agrícolas mejoradas para enfrentar el riesgo de desastres y mitigar sus consecuencias pueden aumentar los beneficios económicos de agricultores, ganaderos y pescadores", afirmó Ricoy.
Agregó que las tecnologías agrícolas, específicas para reducir el riesgo a nivel de los predios, son más efectivas que las prácticas usuales cuando ocurre un desastre.
La FAO monitoreó las prácticas mejoradas de gestión del riesgo de desastres en predios en Bolivia, Camboya, Laos, Filipinas y Uganda, y las comparó con las prácticas adoptadas por los agricultores, ganaderos y pescadores.
En promedio, los beneficios económicos netos de esas prácticas mejoradas fueron 2,5 veces más altos que las prácticas habituales.
De acuerdo con la experta, la aplicación combinada de varias tecnologías y buenas prácticas, que se refuerzan mutuamente en los cultivos, logra beneficios económicos que son más de cuatro veces superiores, con respecto a las prácticas habituales en las zonas propensas a los riesgos.
Un tercio de la población de América Latina y el Caribe vive en zonas de alto riesgo de desastres naturales, los cuales afectan sobre todo a los más pobres.
Cada año ocurren cerca de 70 eventos climáticos extremos en América Latina y el Caribe, y el 70 por ciento de las emergencias en la región están relacionadas con el clima.
Un promedio de cinco millones de personas son afectadas al año por desastres naturales en la región, con graves consecuencias económicas.
El costo de los desastres en la región en el periodo 2003-2014 se calculó en unos 34.300 millones de dólares, una cuarta parte de la pérdidas globales.
En Guatemala y Haití, la FAO apoya las acciones del gobierno para facilitar planes de resiliencia a nivel comunitario.
En San Vicente y las Granadinas, y Paraguay, la FAO apoya planes de gestión del riesgo de desastres para el sector agrícola, vinculados a la adaptación al cambio climático.
En Honduras y Nicaragua promueve el fortalecimiento de los sistemas de información y monitoreo del riesgo agroclimático, además de crear un sistema de índice de sequía agrícola de Centroamérica.
A nivel regional, ante la solicitud de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la FAO apoya la formulación de una estrategia junto a la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.