BUENOS AIRES, 15 jun (Xinhua) -- El futbolista argentino Carlos Tevez, del Shanghai Shenhua de China, sostuvo hoy que en su estadía en el país asiático ha conseguido tranquilidad y logrado disfrutar de su familia.
"He ganado en poder prestarle atención a mis hijos, he ganado cosas que en Argentina perdí en ese año y medio que estuve" en Boca Juniors, expresó.
El delantero, de 33 años, admitió sin embargo que le ha costado la adaptación al fútbol chino ya que "no es fácil" al jugarse con menor ritmo de competencia que en Sudamérica o Europa.
"Jugué tres partidos y me lesioné, después volví, jugué dos partidos y tuvimos 15 días libres, es muy pausado el campeonato", indicó.
Además, contó que "el fútbol no es tan masivo, la gente no va mucho a la cancha, no están todo el tiempo con el fútbol".
De esta manera, "uno puede salir a caminar, pasear", a diferencia de Argentina, adonde los fanáticos no lo dejan tranquilo en los lugares públicos.
"En Argentina salís con tus hijas y si no les contestás como pretenden, te dicen: 'eh como cambiaste vos, amigo".
Tevez destacó que ha "ganado" cosas como también "perdido" con su partida al fútbol chino, a principios de este año.
Para el oro olímpico en Atenas 2004, y mundialista en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, su despedida de la afición de Boca, en silencio, "molestó muchísimo más a los periodistas que a la gente".
Por el momento, descartó volver al club "xeneize" a fin de año ya que para ello debe volver a "tener esa hambre de gloria y esa ambición de seguir ganando títulos".
"Ni yo sé qué voy a hacer a fin de año, si no tengo hambre de gloria es muy difícil", insistió.
Sobre su vida en China, contó: "Salgo, me voy a tomar un café con mi esposa, salgo a andar en bicicleta con mis hijas, son vivencias únicas y puedo hacer la vida de un tipo normal, no soy una mega estrella".
"Extraño, claro, mi barrio, mis amigos, los asados, jugar a la pelota con amigos, a la gente de Boca, La Bombonera, pero he ganado otras cosas", acotó.
También señaló que es una "aventura" vivir en China, "te abre la mente culturalmente, conocemos otras cosas y está bueno disfrutarlo con mi familia".
"Los chicos están muy contentos y felices, estudian en inglés y tienen mandarín", puntualizó.