Existe un profundo respeto dentro de la sociedad cubana hacia los valores y tradiciones de la cultura china |
Por Miguel Angel Ramírez Ramos, embajador de Cuba en China
Según datos históricos, el 3 de junio de 1847 atracó en La Habana el bergantín español Oquendo, que había zarpado del puerto de Amoy, en la actual provincia de Fujian, con 206 chinos a bordo. Este hecho, del que justamente este año estamos celebrando el 170 aniversario, introdujo nuevos elementos culturales, que se fusionarían con los elementos hispánicos, africanos, y otros, hasta conformar la cultura cubana.
El arribo de ciudadanos chinos a Cuba en 1847 dio inicio a la primera oleada de inmigrantes, que supuestamente viajaron a Cuba contratados por 8 años para atender labores agrícolas y el trabajo doméstico. Se pretendía que sustituyeran la mano de obra esclava africana, pero en la práctica como no tenían recursos económicos para regresar a su país de origen, muchos se vieron obligados a extender su condición de esclavos.
Los inmigrantes chinos, y sus descendientes, participaron en las luchas independentistas cubanas.
Su destacada contribución permitió que no pocos ocuparan destacadas posiciones en la jefatura militar del Ejército Libertador, e incluso 2 chinos estuvieron entre los 4 extranjeros que, por decreto, se autorizó que podían aspirar a la Presidencia de la República en Armas
En ocasión de inaugurarse el monumento a la memoria de los chinos que combatieron por la independencia de Cuba, Gonzalo de Quesada, discípulo de José Martí, destacó: “A ellos hemos de glorificar los que amamos la nobleza en el hombre, los que no desdeñamos la humildad, los que santificamos la virtud”.
Asimismo, el obelisco que se erigió en La Habana en homenaje a la contribución de los inmigrantes chinos y sus descendientes a las gestas independentistas cubanas contiene esta imborrable expresión: “No hubo chino cubano traidor, no hubo chino cubano desertor”.
Terminado el proceso de las guerras independentistas, la inmigración china continuó llegando a la isla, representando un singular aporte económico por sus actividades, en particular las comerciales. Sus hábitos culinarios enriquecieron la cocina del país y algunos de sus platos tradicionales son parte hoy de nuestro menú cotidiano.
La integración de los chinos a la sociedad cubana en general se produjo de manera, silenciosa, humilde, y enfrentando no pocos desafíos. Es importante destacar que la inmigración fue fundamentalmente de hombres, por lo que los chinos debieron conformar sus familias con otros grupos étnicos existentes en la isla.
De igual manera, la importancia y el peso histórico de la inmigración china a Cuba continuó presente en los descendientes chinos en el siglo XX. Algunos fueron combatientes en la lucha clandestina y se incorporaron al Ejército Rebelde. La historia de tres generales cubano-chinos: Armando Choy, Gustavo Chui y Moisés Sio Wong, quienes fueron combatientes del Ejército Rebelde, muestra la continuación del espíritu de rebeldía y tradición de lucha de los chinos.
De nuestras raíces chinas han surgido destacados representantes de múltiples sectores sociales, entre ellos intelectuales, artistas, científicos, maestros de las artes marciales, etc. Existe un profundo respeto dentro de la sociedad cubana hacia los valores y tradiciones de la cultura china.
Al celebrar este año el 170 aniversario del arribo de los primeros chinos a Cuba, venidos desde tan lejos, es posible valorar la fuerza y vitalidad de la influencia cultural china en nuestra sociedad, y la amistad que une a nuestros pueblos. Como se expresa en un poema de la dinastía Tang, “la amistad borra la distancia”.
Cuba y China, aunque distantes geográficamente, son dos naciones que construyen el socialismo de acuerdo con las características propias de cada país. Como suelen reconocer nuestros líderes, las relaciones bilaterales han resistido las pruebas del tiempo.
Ambos partidos comunistas y gobiernos siguen esforzándose por mantener en alto las banderas del socialismo. Como expresara el presidente Xi Jinping en 2016, en su mensaje de condolencias en ocasión del fallecimiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, “la amistad entre los dos partidos, los dos países y los dos pueblos será consolidada definitivamente y se desarrollará aún más”.
El autor es el embajador de Cuba en China.