Por Wang Lei
Hong Kong, 20/06/2017 (El Pueblo en Línea) - Desde su regreso a la patria hace ya dos décadas, la Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China ha mantenido su prosperidad y estabilidad. También el éxito económico de Hong Kong demuestra que la Ley Básica es la garantía legal para su próspero desarrollo futuro.
Basada en la Constitución de China, la política de "un país, dos sistemas" es el principio rector de la Ley Básica. "Un país, dos sistemas" es una singularidad china, lo que hace que la legislación que funciona en la Región Administrativa Especial de Hong Kong pueda definirse como una ley con características chinas.
La Constitución de China y la Ley Básica son la base del Estado de Derecho de Hong Kong. En otras palabras, la Ley Básica es la constitucionalidad, elaborada por la Asamblea Popular Nacional de China, basada en el artículo 31 de la Constitución de China. Es por ello por lo que ningún texto jurídico o ley promulgada en Hong Kong puede contradecir los fundamentos jurídicos que explicita la Ley Básica.
La relación entre el Gobierno Central de China y la Región Administrativa Especial de Hong Kong tiene que regirse por la Ley Básica, lo que hace que la primera sea la herramienta de "autorización" y Hong Kong el "autorizado". Por lo tanto, el poder regional especial depende de lo que estipula la Ley Básica, así como del grado de autonomía que conceda el Gobierno Central de China.
El alto grado de autonomía del que hoy goza Hong Kong le otorga facultades judiciales, administrativas y legislativas independientes, así como el poder de dictar firme sentencia dentro de su ámbito, arbitrio que no debe confundirse con soberanía. El Gobierno Central de China tiene el poder de revisar e interpretar la Ley Básica, tratar asuntos de defensa nacional y asuntos diplomáticos, así como nombrar al jefe ejecutivo y otros altos funcionarios de la Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China.
Hong Kong goza de un accionar autónomo, que incluso muchos estados de algunos países federales no poseen. Por ejemplo, emite libremente su moneda (dólar hongkonés). Además, Hong Kong no necesita entregar una parte de sus ingresos tributarios al Gobierno Central de China ni cumplir la política de planificación familiar que se exige en China continental. Estos aspectos evidencian el alto grado de autonomía que disfruta la Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China.
Hong Kong es una ciudad cosmopolita y centro internacional de finanzas, transporte y logística. Hong Kong es también conocida como una sociedad que sigue y respeta el estado de derecho, basado en su Ley Fundamental. Por lo tanto, salvaguardar la autoridad de la Ley Fundamental es imprescindible para mantener su prosperidad, desarrollo y estabilidad.
En Hong Kong, el jefe ejecutivo es el máximo responsable del sistema político, lo que significa que desempeña un papel central en la administración de la región especial.
Además, la Ley Básica de la Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China, además de ser una ley estatutaria (ley que para su aprobación, modificación o derogación requiere la aprobación de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso y su trámite deberá efectuarse dentro de una misma legislatura), incorpora muchos precedentes locales.
Únicamente si Hong Kong implementa con rigor y eficiencia la Ley Básica y las políticas vinculadas, podrá crear un buen ambiente de inversión para facilitar el rápido desarrollo de su economía.
El cabal cumplimiento de la la Ley Básica como garantía del estado de derecho en Hong Kong también ayudará a fortalecer el estado de derecho de toda la sociedad china.
El autor es profesor de derecho en la Universidad de Beijing.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)