Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 13 ago (Xinhua) -- Las autoridades cubanas desarrollan un amplio plan de protección y recuperación de casi 500 playas como parte de un plan gubernamental, conocido como Tarea Vida, que trata de mitigar los efectos del cambio climático.
"La estrategia ambiental en sus diferentes ciclos de actualización siempre ha reflejado diferentes metas para la recuperación de las playas arenosas", dijo a la prensa local Odalys Goicochea, directora de Medio ambiente del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
El 82 por ciento de las playas cubanas evaluadas por el CITMA tiene indicios de erosión, y se estima un ritmo de retroceso de la línea de costa de 1,2 metros como promedio anual, que puede ser superior en algunas sectores del litoral.
Los científicos de la isla han comprobado la desaparición de diez playas arenosas como efecto de la acción combinada del hombre y el efecto destructivo del oleaje, de los huracanes y de otros eventos.
El primer estudio realizado hace tres décadas en la isla sobre el tema fue "Varadero: Imprevisible peligro por la pérdida de arena", que reveló que tan solo entre 1969 y 1979 se extrajo de la plataforma submarina de ese balneario un volumen cercano al millón de metros cúbicos de arena.
"Es conocido que desde la década de los años 40 se practicó la extracción en la propia duna de la playa, pudiéndose estimar una cifra conservadora total de unos 2 millones de metros cúbicos", señaló por su parte José Luis Juanes, investigador titular del Instituto de Ciencias del Mar (Icimar).
Las autoridades han tenido que prohibir la extracción de arena del balneario, convertido en el primer destino turístico de sol y playa en la isla, y que cada año recibe a casi dos millones de vacacionistas.
Sin embargo, la erosión natural y la extracción por parte del hombre obligó a la creación de la Empresa Inversiones GAMMA S.A., que desde hace dos décadas dirige sus esfuerzos a la rehabilitación de las playas cubanas.
Los especialistas de GAMMA S.A. han sido los encargados de los estudios, proyectos y ejecución de los vertimientos de arena en Varadero en los años 2008, 2009, 2010 y 2012, con el aporte de más de un millón de metros cúbicos, que beneficiaron a 11 kilómetros del litoral.
El pasado año, la empresa contrató a la compañía holandesa Van Oord para verter arena en las playas de los Cayos Guillermo y Coco, en el norte de la central provincia de Ciego de Ávila, donde se depositó casi un millón de metros cúbicos en unos seis kilómetros de costas.
Esas acciones, científicamente fundamentadas, han permitido ampliar y mantener, con los indicadores de calidad requeridos, muchos tramos de la franja de arena donde se asientan los bañistas.
Pero la pérdida de las playas no es el único problema que enfrenta la isla, cuya costa sur, según han advertido los especialistas del CITMA, sufre la intrusión salina, la erosión de los suelos y la desaparición de los manglares, daños que se hacen sentir cada vez más en los municipios de La Sierpe y Sancti Spíritus.
De acuerdo con el delegado del CITMA en Sancti Spíritus, Leonel Díaz, el cambio climático impacta en esa provincia sobre todo por la elevación del mar, que afecta las playas, el desarrollo turístico y la producción agrícola en el territorio.
Para mitigar esos efectos, las empresas locales dedicadas al cultivo de arroz, uno de los principales renglones económicos del territorio, buscan la obtención de variedades más resistentes a la salinidad y al estrés hídrico, y además recuperan canales para que el agua dulce no se infiltre, llegue a la costa y contribuya a disminuir la cuña salina.
Los peligrosos efectos del cambio climático obligaron al parlamento cubano a discutir en julio último la implementación de la llamada Tarea Vida, la estrategia estatal para la mitigación de esos daños, aprobada por el Consejo de Ministros en abril de este año.