SHENYANG, 14 sep (Xinhua) -- Un libro publicado el mes pasado por una escritora japonesa proporciona nueva evidencia sobre los experimentos realizados por la tristemente famosa Unidad 731 con extranjeros cautivos durante la Segunda Guerra Mundial.
El libro, llamado "Más allá de las bayonetas y las alambradas de púas: Los secretos de la Unidad 731 del ejército japonés", fue escrito por Fuyuko Nishisato, quien en el 2002 publicó otro libro sobre la Unidad 731.
Durante la Segunda Guerra Mundial, al menos 200.000 soldados de las fuerzas aliadas fueron capturados por los japoneses.
De acuerdo con un documento de los Archivos Nacionales de Estados Unidos, en enero de 1945, 2.019 prisioneros de guerra (PDG) de las fuerzas aliadas se encontraban retenidos en un campo de concentración en Shenyang, capital de la provincia nororiental china de Liaoning. Los PDG eran de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Holanda y Francia.
Nishisato, periodista de profesión, dijo a Xinhua que ha visitado China más de 30 veces desde 1997 para reunir evidencias. También entrevistó a ex integrantes de la Unidad 731, médicos que ayudaron en las pruebas, científicos y veteranos extranjeros que se cree que sobrevivieron a los experimentos biológicos.
La Unidad 731 fue una base de investigación secreta sobre guerra biológica y química establecida en Harbin en 1935 y el centro de la guerra biológica japonesa en China y el sureste de Asia durante la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con Shimada Tsunetsugi, ex integrante de la Unidad 731, para realizar pruebas con la disentería, los médicos militares tomaban gérmenes del campo de concentración en Shenyang, los ponían en el agua y se la daban a beber a los PDG. Después realizaban la autopsia de los cuerpos para registrar los síntomas de la enfermedad.
Nishisato logró obtener un documento utilizado como evidencia en los juicios realizados después de la guerra en Tokio.
De acuerdo con el documento número 3113, Umezu Yoshijiro, un general japonés, dio una orden a un médico militar. Después de la orden, la Unidad 731 envió 30 soldados a llevar equipo al campo de concentración de Shenyang para realizar pruebas sobre la disentería.
Nishisato pudo encontrar a algunos PDG.
El veterano de guerra estadounidense, Frank James, dijo a Nishisato que él y otros PDG ayudaron a mover los cuerpos de los PDG muertos a la mesa de autopsias en donde los médicos militares japoneses abrían primero el pecho y luego el cráneo. Posteriormente, los médicos tomaban muestras del cerebro y retiraban los órganos internos.
"La evidencia demuestra que el ejército japonés no cumplió con la Convención de Ginebra en relación con el trato a los prisioneros de guerra", dijo Nishisato.
Wang Tiejun, traductor chino del libro y subdirector del Instituto de Estudios Japoneses de la Universidad de Liaoning, dijo que el libro presenta un recuento de fondo de la situación y muestra un gran número de documentos y fotos publicados por primera ocasión.
Pronto se publicará la versión en inglés del libro, dijo.
Nishisato estuvo previamente involucrada en la producción de un documental de la BBC sobre la Unidad 731. "Descubrí la historia verdadera de manera académica", dijo. "La mayor parte de los PDG han muerto, de modo que los documentos son realmente valiosos".
"Es necesario preservar la historia para que nuestros descendientes puedan saber qué fue lo que ocurrió en el pasado y reflexionar sobre a crueldad de la guerra", dijo.
El mes pasado, un documental dado a conocer por la radiodifusora pública japonesa NHK desató una acalorada discusión en la sociedad japonesa y llamados a reflexionar sobre la historia de la guerra.
El tema de la Unidad 731 rara vez es mencionado en Japón y las autoridades están ansiosas por encubrir e incluso negar esa parte de la historia.
"Los políticos japoneses no están plenamente conscientes del punto de vista de la comunidad internacional con respecto a Japón", agregó Nishisato. "Me preocupa el futuro de Japón si ellos están en el centro de los órganos de gobierno. Si mi libro puede hacer algo para cambiar la situación me sentiré muy honrada".