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Aumentan feminicidios en Bolivia pese a medidas contra violencia de género

Por René Quenallata Paredes

LA PAZ, 28 feb (Xinhua) -- La cifra de feminicidios en Bolivia continúa al alza pese a la aprobación en marzo de 2013 de la Ley para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia y de las políticas y campañas de sensibilización, alertaron hoy el gobierno y activistas.

La representante del Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres, Eulogia Tapia, dijo en entrevista con Xinhua que se activó la alarma de este problema social, ya que el número de los feminicidios sube en lugar de bajar.

"Se deben intensificar campañas y políticas para sensibilizar a la ciudadanía sobre esta lacra en la sociedad", agregó.

A su vez, la viceministra de Igualdad de Oportunidades, Estefanía Morales, admitió en declaraciones a periodistas que mucha gente aún desconoce las normas que penalizan este delito, pese a las campañas de difusión que llevan adelante.

"Tenemos que fortalecer estrategias que lleguen a la sociedad en su conjunto para que asuman conciencia. Como gobierno estamos extremando esfuerzos para implementar una serie de políticas destinadas a la prevención y contención de estos hechos", agregó.

En tanto, la directora ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer, Mónica Novillo, en entrevista por teléfono con Xinhua este miércoles, atribuyó la violencia de género a la educación y la persistencia del machismo.

Bolivia cerró 2017 con 111 feminicidios, seis más que los 104 de 2016.

España, con 45,9 millones de habitantes, cuatro veces más que Bolivia, concluyó el año con 48 feminicidios, mientras que Chile (18,4 millones de habitantes) registró 41 feminicidios, según el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad de España y el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género de Chile.

Con datos de la Fiscalía General del Estado de Bolivia, de los 111 feminicidios registrados en 2017, 41 se consumaron por estrangulamiento, 28 por golpes violentos, 21 por heridas de puñales, siete por disparos de arma de fuego, seis fueron degolladas, tres fueron lanzadas de una altura, dos quemadas y una envenenada.

En promedio, cada mes en Bolivia se reportan al menos nueve crímenes en contra de mujeres.

De 2013 a 2016 se registraron un promedio de 100 feminicidios en Bolivia.

Novillo explicó que el feminicidio es un crimen de género, realizado por agresores cuya intención es dominar, ejercer control y negar la autoafirmación de las mujeres como sujetos de derechos a través del uso de la violencia.

ALARMANTE CRUELDAD

En enero y febrero de este año, el número de feminicidios en Bolivia llegó a 18, cifra que superó a lo registrado en los primeros 60 días de 2017, cuando se registraron 12.

"Este número es muy preocupante", señaló la representante del Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres.

"Lo que se ha visto en el último año es el incremento de la forma de violencia que se está ejerciendo en contra de las mujeres y cómo se dan los feminicidios. Lo que realmente se ve es que cada vez son hechos más crueles", agregó Tapia.

La activista subrayó otro factor que llama la atención: el hecho de que los autores de este tipo de delitos son cada vez son más jóvenes.

A su vez, Novillo manifestó que la violencia en contra de la mujer, lejos de ser un fenómeno de vivencias aisladas o personales, es una problemática social, política y, sobre todo, estructural, de una sociedad machista que se inculca a niños y niñas desde el hogar con la otorgación de roles específicos.

"La violencia contra la mujer es estructural en la sociedad, porque es el principal germen que degenera en el feminicidio en el país. Las cifras elevadas son preocupantes, parecería que con la nueva ley hay más feminicidios. De pronto, con la norma se está visibilizando ante los medios de comunicación la violencia contra la mujer y eso da la sensación de crecimiento de casos", manifestó.

Según datos del Programa ONU Mujeres difundidos en 2013, Bolivia es el país latinoamericano con el nivel más alto de violencia física en contra de las mujeres, y el segundo después de Haití en violencia sexual.