Beijing, 01/03/2018(El Pueblo en Línea) - Cada vez se hace más popular entre los jóvenes chinos la intención de compartir las experiencias cotidianas en redes sociales como WeChat.
"He estado leyendo “Jane Eyre” durante 40 días y terminé 48.000 palabras", anuncia Li Anqi. Desde enero, a diario ella ha compartido su experiencia de lectura en la sección “Momentos” de la red social china WeChat.
Li, quien trabaja en Yinchuan -capital de la Región Autónoma de Ningxia Hui- estaba ansiosa por aprender inglés, pero no era capaz de asumir un rigor diario de lecciones formales.
"Encontré que muchos de mis amigos de WeChat aprendían inglés leyendo libros y a través de aplicaciones móviles. No quise quedarme rezagada", asegura Li.
En enero, ella invirtió algo más de 100 renminbi (unos 16 dólares) en comprar una clase de lectura en línea en la aplicación Bohe Reading que anunciaba: "logra con nosotros terminar de leer tu primer libro en inglés."
En la clase de lectura, hay profesores que asignan tareas y ofrecen instrucciones a 430 miembros.
La aplicación también presenta la cantidad de tiempo que los usuarios le han dedicado a la lectura, estableciendo una sana competencia entre los estudiantes. Los usuarios también reciben una puntuación diaria que pueden compartir en la red social WeChat.
Esta modalidad denominada "grupo de lectura" por parte de los cibernautas chinos, establece un entorno competitivo que ayuda a cultivar buenos hábitos de lectura.
"Leer 10 minutos diarios antes de dormir se ha convertido en costumbre", admite Li. "Ahora estoy leyendo un segundo libro. Disfrutar de ese momento me provoca una fuerte sensación de satisfacción".
Según los resultados de una encuesta realizada por la Academia China de Prensa y Publicaciones, en el año 2016 cerca del 66 por ciento de los chinos adultos utilizaban teléfonos móviles para leer. Esta tendencia se ha mantenido en alza durante ocho años consecutivos.
Además de compartir sus hábitos de lectura, cada día hay más cibernautas chinos que también comparten en las redes sociales sus preferencias alimenticias y su devoción por el fisiculturismo.
El año pasado, Zhang Dongxin, de 34 años, se unió a un grupo de gestión de estilo de vida que funciona en WeChat para intentar curarse del síndrome del ovario poliquístico.
"Los alimentos y los ejercicios son útiles para aliviar esta enfermedad, pero sin supervisión o estímulo es difícil mantenerse al día con respecto a la dieta y al ejercicio", afirma Zhang.
En este grupo, Zhang comparte con los demás miembros sus logros en dieta y ejercicios. Después de tres meses de esfuerzos, ella considera que ha logrado mejorar sus indicadores físicos.
"Es difícil que una persona sola logre cambiar su estilo de vida", precisa Zhang. "El hecho de compartir mi experiencia con los amigos de la red social es un gran complemento que ayuda mucho".