BEIJING, 14 mar (Xinhua) -- Hace cinco años, Zhang Xingying utilizó por primera vez satélites chinos en la órbita polar para detectar y medir el esmog, en busca de formas de combatir la contaminación atmosférica.
Ahora que China está logrando avances en la limpieza de sus cielos, el meteorólogo espera que se pueda compartir la tecnología para generar un futuro más brillante para todos en China y el resto del mundo.
"El esmog podría estar disminuyendo por el momento, pero sigue siendo un problema que no puede ignorarse, no sólo en China, sino en muchos otros países", dijo Zhang, científico en jefe de medición remota de la composición atmosférica en la Administración Meteorológica de China.
Zhang hizo los comentarios al margen de la primera sesión del XIII Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo órgano consultivo del país.
Como uno de los eventos políticos anuales más importantes de China, la sesión reúne a miles de miembros de la CCPPCh de varios sectores, incluyendo científicos, funcionarios, empresarios y líderes religiosos, para discutir la política del gobierno y presentar sugerencias.
Zhang, un asesor político, desea que su voz sea escuchada tanto en China como en el resto del mundo. "Nuestros satélites pueden ayudar a más países con la contaminación atmosférica".
Los comentarios de Zhang derivan de su investigación sobre este asunto particular, en la que ha estado involucrado desde 2001, cuando las sustancias contaminantes eran desconocidos para la mayor parte del público.
La neblina gris y espesa que desciende con frecuencia sobre el este y norte de China motivo al gobierno a empezar a purificar el aire y perseguir a las compañías contaminantes ha sido la tarea más urgente.
Zhang y su equipo hicieron un modelo de la evolución del esmog de 1979 a 2013 y luego utilizaron satélites equipados con sensores ultravioletas para pronosticar tendencias y variaciones de largo plazo.
"El satélite en órbita geoestacionaria Fengyun-4, lanzado en diciembre de 2016, puede tomar imágenes claras del movimiento del esmog, lo que nos permite rastrear las fuentes de la contaminación y mejorar los pronósticos", indicó.
Gracias a varios científicos como Zhang, los cielos de las ciudades chinas han empezado a volverse más azules, incluso en invierno. El índice de partículas PM 2,5 en Beijing y los alrededores ha disminuido 39,6 por ciento desde 2013.
Sin embargo, Zhang considera que la batalla está lejos de acabar. "Desde la India hasta Egipto, el esmog se ha propagado en los países en desarrollo en medio de la modernización".
China ya ofrece a otros países servicios de seguimiento de contaminantes, lo que les ayuda a establecer sus propias redes de detección remota.
La serie de satélites meteorológicos Fengyun abarca 42 países y regiones en la Franja y la Ruta. En 2017, la Administración Meteorológica de China capacitó a cerca de 400 especialistas y otorgó 71 becas a estudiantes extranjeros de meteorología e hidrología.
"Compartimos el mismo ambiente y la misma Tierra. Ayudar a los demás en realidad nos ayuda. Eso significa la 'comunidad de destino compartido'", dijo Zhang, quien también es científico en jefe de China de un programa de investigación en detección remota financiado por la Unión Europea.
La sesión de la CCPPCh se realiza de forma casi paralela a la sesión anual de la XIII Asamblea Popular Nacional, la máxima legislatura nacional.
En las "dos sesiones", cerca de 3.000 legisladores y más de 2.100 asesores políticos revisan, discuten, adoptan y descartan las nuevas políticas y los sucesos económicos y políticos.
Zhang propuso el uso comercial de los datos satelitales. "Pueden utilizarse para una amplia variedad de fines, como conducir los cargueros en el océano en medio de las tormentas, pronosticar la producción de grano y vender emisiones de carbono".
"Sin un creciente consumo de recursos, la economía verde generará nuevos puntos de crecimiento para China y el mundo", dijo Zhang.