LA PAZ, 15 mar (Xinhua) -- El viceministro de Gobierno de Bolivia, José Luis Quiroga, confirmó hoy que aumentó a ocho el número de muertos tras el enfrentamiento registrado el pasado miércoles entre policías y reclusos en el penal de Palmasola en la ciudad boliviana de Santa Cruz (este).
El enfrentamiento se produjo tras una requisa de la policía en el penal, la cual descubrió droga, armas, una factoría de alcohol y una serie de artefactos prohibidos en el régimen penitenciario.
En conferencia de prensa, Quiroga informó que inicialmente se tenía seis muertos, luego se produjo el séptimo deceso, la noche del miércoles, y este jueves se registró la octava muerte de un reo que no resistió la cirugía a la que fue sometido.
Precisó que hay otros 12 reclusos en los hospitales, de los cuales, dos de ellos fueron intervenidos quirúrgicamente y el resto se encuentran estables.
Sobre los policías heridos, el funcionario boliviano informó que un oficial está grave, pues recibió un disparo de arma de fuego en el abdomen.
Más de 2.300 policías ingresaron la madrugada del pasado miércoles al penal de Palmasola, en Santa Cruz, para realizar una requisa.
Los elementos fueron apoyados desde el aire por helicópteros operativos, y el operativo contempló un acordonamiento de, al menos, cinco cuadras a la redonda del penal.
Este jueves, los familiares y esposas de los reclusos se apostaron en puertas del complejo carcelario para conocer el estado en el que se encontraban los internos.
Quiroga ratificó que la policía actuó en respuesta a la reacción violenta de los reos, quienes emplearon armas de fuego para intentar resistir la requisa.
En su turno, el comandante de la policía, el general Faustino Mendoza, dijo que en la cárcel de Palmasola "existía un régimen de terror" bajo el control de un grupo de poder de reos que monopolizaban todas las actividades.
En 2013, hubo una disputa entre internos por el control del penal, que se saldó con más de 30 muertos, entre ellos un menor que vivía junto a su padre.
En los últimos días se registró un motín en el pabellón PC-4, lo que fue aprovechado por ocho presos para fugarse, de los cuales dos permanecen prófugos.
Mendoza informó que el interno Víctor Hugo Escóbar, alias "Oti", era el líder de una treintena de reclusos que controlaban el recinto desde el cargo de "delegado" de los internos, una figura que existe en el resto de penales.
De acuerdo con un informe del defensor del pueblo, la prisión preventiva, que llega al 70 por ciento del total de reclusos, generó un colapso en las cárceles de Bolivia, por lo que el país se ubica entre los cinco con mayores índices de hacinamiento en la región.