La guerra comercial con China podría ser muy contraproducente

Pueblo en Línea  2018:03:27.13:25

Por Curtis Stone

Beijing, 27/03/2018 (El Pueblo en Línea) - Estos son tiempos difíciles para la más importante de todas las relaciones comerciales: China-EE.UU., sobre todo después que de forma imprudente Washington encendió la mecha de la guerra comercial y estableció el escenario para grandes y potenciales enfrentamientos en un previsible futuro.

El 22 de marzo, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, firmó un memorando presidencial dirigido a la "agresión económica" de China. Basándose en los resultados de la investigación bajo la Sección 301, Trump busca imponer aranceles a gran escala a los bienes importados desde China y precisas restricciones a las inversiones chinas en los Estados Unidos. Este movimiento es un obstinado acto de unilateralismo y proteccionismo comercial.

De la naturaleza de estos hechos se desprende que Estados Unidos ignora los esfuerzos de China para fortalecer la protección de los derechos de la propiedad intelectual internacional, hace caso omiso a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y declina escuchar la inmensa mayoría de las voces de la industria estadounidense.

Una guerra comercial impulsada por el proteccionismo de los EE.UU. no sólo pondría en peligro la estabilidad de las relaciones China-EE.UU., también amenazaría con socavar el sistema de comercio internacional y descarrilar la recuperación económica mundial.

En un momento de creciente proteccionismo y sentimiento antiglobalización, los hechos demuestran que China lucha con ahínco por mantener una tendencia globalizadora que haga prosperar al mundo y lo encamine hacia un brillante futuro.

El presidente chino Xi Jinping ha declarado que la globalización económica se ha convertido en una tendencia irreversible, y advirtió que en una guerra comercial no hay ganadores.

"Perseguir el proteccionismo es como encerrarse a sí mismo en una habitación oscura. Mientras te mantienes a buen recaudo del viento y la lluvia, lo cerrado y oscuro del cuarto también bloqueará la entrada de luz y aire. Nadie logra ser el ganador en una guerra comercial", afirmó el presidente Xi Jinping en Davos 2017.

China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos, aunque sería erróneo suponer que China podría sentarse de brazos cruzados mientras se socavan sus legítimos derechos e intereses.

Si la relación entre las dos economías más grandes del mundo corre peligro, el único que tendrá que culparse será Estados Unidos. Además, la creencia de Washington que las guerras comerciales son provechosas y fáciles de ganar es una sonora bofetada a las empresas y consumidores estadounidenses.

A Estados Unidos no le han faltado advertencias acerca de emprender una guerra comercial con China, contienda que no resolverá los problemas subyacentes de la relación comercial bilateral, y además perjudicará a los consumidores y a la economía estadounidense.

Las críticas ante la ignorancia temeraria de Washington han sido fuertes y claras. En una reciente reunión de ministros de finanzas del G20, una gran mayoría de los asistentes expresaron su preocupación acerca de la posibilidad de una guerra comercial mundial, desencadenada por el triunfo de la administración Trump. Y el New York Times expresó: "Las acciones del Sr. Trump demuestran su voluntad de apartarse de largos decenios de avance hacia la apertura e integración de los mercados y economías mundiales, eligiendo un enfoque proteccionista que construye barreras de contención alrededor de la Fortaleza Estados Unidos."

La irresponsabilidad de Washington y su giro hacia el proteccionismo abocan al mundo al caos.

A pesar de las diferencias y problemas en las relaciones bilaterales, China y los Estados Unidos se necesitan mutuamente y el mundo también los necesita. Por su parte, China ha señalado que sigue comprometida con la construcción de una economía mundial abierta que beneficie a todos, pero sería un gran error subestimar a China en su determinación y capacidad a la hora de defender sus legítimos intereses.