Beijing, 02/04/2018 (El Pueblo en Línea) - Anna Wang, de 28 años, trabaja y reside en Beijing. Ella apilaba en cada rincón de su habitación los libros que ya había leído porque sus estanterías estaban llenas.
Sin embargo, ahora tiene una mejor forma de deshacerse de los libros leídos. Hace cuatro años, ella inauguró kongfz.com, una librería en línea para comercializar libros de segunda mano. Desde entonces ha logrado vender más de 100 libros.
"La venta de mis libros a otros lectores es más respetuoso con el medio ambiente que tirarlos a la basura", indicó Wang. "Además, el valor de los libros puede ser maximizado si pasa a manos de otro lector".
Los libros de segunda mano se vuelven cada vez más populares en China, floreciendo los sitios web y aplicaciones móviles para el comercio de este tipo de publicaciones.
Wang encuentra que vender libros de segunda mano a través de kongfz.com es muy trabajoso porque ella necesita redactar la información técnica de cada libro, esperar a que los compradores lo ordenen y después hacer la gestión del envío postal.
Sin embargo, el nuevo servicio Yushu -al que puede accederse en 22bat.com y tiene cuenta oficial enWeChat- elimina estos problemas.
El personal de Yushu ofrece atención en línea y servicio a domicilio para recoger los libros de forma gratuita. Los libros recogidos son vendidos con un 62% de descuento en línea y en librerías físicas, o pueden ser donados o canjeados por otros productos.
“El servicio de logística Yushu trabaja con JD.com, habilitando el servicio de recogida de libros para cubrir 344 ciudades en China”, afirmó Shang Xiaohui, fundador de Yushu.
En el año 2013 y siendo un estudiante universitario, Shang inició en Shanghai este proyecto de reutilización de libros. Yushu la fundó en junio del 2017. Hasta la fecha, la plataforma ha recogido casi seis millones de libros.
Para Shang, la popularidad de Yushu se debe, en gran medida, a una mayor conciencia ambiental por parte de los donantes y su convicción de que los libros pueden ayudar a la gente.
“Una clase de cuarto grado de la escuela primaria Guangqi, en Shanghai, movilizó a más de 400 alumnos para donar 1.230 libros, y siguen donando”, añadió Shang.
"La publicación de un libro de 250 páginas consume 7,5 kilogramos de agua, casi 1 kilogramo de madera y 125 gramos de carbón", explica Shang, y agrega que hay muchos donantes que quieren proteger los recursos naturales.
Los libros serán desinfectados y una parte será entregada a más de 80 bibliotecas públicas y escolares, comunidades y casas de bienestar establecidas por Yushu.
“El personal de Yushu atiende cada ejemplar cuidadosamente porque los libros pueden cambiar la vida de los niños”, precisó Shang.
Una vez, él se enteró de que la escuela primaria Shejie, en la provincia de Guizhou, necesitaba libros.
Una profesora voluntaria que habían trabajado en la escuela durante dos años le comentó a Shang que las librerías de las ciudades estaban demasiado lejos y que los libros eran demasiado caros.
Poco después, el personal de Yushu donó 300 libros para la escuela primaria Shejie. Después donó otros 600 libros.
Los estudiantes quedaron muy contentos y hasta los forran con papel de periódico para evitar que se dañen.
"Yushu es impresionante. Hace que mis libros tengan más valor", escribió un donante en la cuenta oficial de Yushu en WeChat.
Los chinos adultos leyeron un promedio de 7,86 libros durante el 2016, de acuerdo a una encuesta anual sobre hábitos de lectura realizada en abril del 2017 por la Academia China de Prensa y Publicaciones.
La misión de Yushu es ayudar al pueblo chino a leer un libro más por año y lograr que los niños de las zonas pobres tengan acceso a buenos libros.
Shang indicó que Yushu planea establecer 1.000 bibliotecas públicas para finales de este año.
A medida que más sitios web de intercambio de libros y aplicaciones móviles salgan a la luz, más lectores chinos podrán desempolvar sus libros usados y permitir que puedan volver a ser útiles.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)