Londres, 12/04/2018 (El Pueblo en Línea) - El 11 de abril del 2018, el periódico The Guardian publicó un artículo firmado por el embajador Liu Xiaoming titulado “En una guerra comercial no habrán ganadores”. El sitio web del periódico también publicó el mismo artículo bajo el título “China no quiere una guerra comercial con los EE.UU., pero debe defenderse”.
A continuación publicamos el texto íntegro del artículo del embajador Liu Xiaoming:
Un nubarrón se cierne sobre China y Estados Unidos. De conformidad con su legislación interna, Estados Unidos ha anunciado sucesivas tarifas proteccionistas, obligando a China a adoptar contramedidas. Las llamadas "investigaciones" en virtud de la sección 301 del Acta de Comercio de Estados Unidos de 1974, podrían desatar una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Aunque sería una guerra impopular, perjudicial, anacrónica y que puede ser evitada.
En una guerra comercial no habrán ganadores. Si anunciando medidas proteccionistas unilaterales, la administración Trump cree que podría vencer, debe estar bajo los dañinos efectos de los años de mentalidad hegemónica. Y también debe sufrir de amnesia histórica.
Los más recientes "guardianes" -los aranceles sobre el acero chino emitidos por la administración Bush y sobre los neumáticos chinos, emitido durante la administración de Obama- han fracasado. A los Estados Unidos le perjudican más de lo que le benefician. Asimismo, las anteriores 125 investigaciones unilaterales llevadas a cabo por los Estados Unidos -en virtud de la sección 301- causaron daños a muchos otros países, incluyendo Reino Unido, Alemania y Francia.
De estallar una guerra comercial, el sistema multilateral de comercio asumiría el coste y la economía global, que todavía no se ha recuperado plenamente de la última crisis, correría un nuevo riesgo. Los acuerdos mundiales de comercio, incluido el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1947, y la Organización Mundial del Comercio (OMC), establecida en 1995, fueron implementados con el consenso internacional y después de las amargas lecciones de la Gran Depresión de 1930 y la Segunda Guerra Mundial. Estas normas han contribuido enormemente al comercio mundial y al crecimiento económico. Todos los países, incluidos los Estados Unidos, deben valorar y salvaguardar dichos logros.
Respetando las reglas del comercio internacional y en aras de salvaguardar sus propios derechos y legítimos intereses, China ha tomado contramedidas. El valor total de nuestros nuevos aranceles adicionales –primero US$3 mil millones (£2.000 millones) y luego US$50 mil millones (£35 mil millones)- es proporcional en escala a las medidas adoptadas por los Estados Unidos. En términos de afectaciones, las contramedidas chinas incluyen 234 productos estadounidenses, mucho menos que los más de 1.300 productos chinos listados por EE.UU. China no anunció su lista hasta que Estados Unidos se negó a responder a nuestra petición de celebrar consultas sobre la compensación comercial dentro del marco de la OMC.
Elevar los aranceles no equilibra la contabilidad de Estados Unidos porque los problemas reales son el consumo excesivo y su baja tasa de ahorro. El desequilibrio comercial con China se ve agravada por las restricciones estadounidenses para exportar su alta tecnología a China. Por ejemplo, China importó US$260.100 millones de circuitos integrados en 2017, sin embargo apenas US$10.200 millones (3,9%) procedían de EE.UU.
La administración Trump está ejerciendo el derecho nacional por encima del derecho internacional, y forzando a sus socios comerciales para que hagan concesiones. Esto equivale a querer instaurar la "ley de la selva" en el orden comercial internacional.
Ante esta situación, China no tuvo más remedio que adoptar medidas enérgicas.
China, sin embargo, no ha cerrado la puerta a las negociaciones y consultas. Por el contrario, vamos a seguir profundizando las reformas y apertura en todos los frentes, con miras a la construcción de mejores relaciones comerciales y económicas con el mundo. Esta política nacional básica no va a cambiar. China se ha fijado el objetivo de importar $24 billones de mercancías en los próximos 15 años. Para empezar, la primera Expo Internacional de Importación será celebrada en Shanghai en noviembre. Este evento será la invitación de China al mundo para compartir las oportunidades ofrecidas por su rápido desarrollo y robusto mercado interno.
Es la posición consecuente de China para abordar las disputas comerciales mediante negociaciones y consultas. Sobre la base del respeto mutuo, la igualdad y el beneficio mutuo, China está dispuesta a llevar a cabo negociaciones constructivas con los EE.UU., sin embargo Estados Unidos abraza el unilateralismo y el proteccionismo comercial. Desde nuestra adhesión a la OMC en 2001, han existido numerosas disputas comerciales entre China y los Estados Unidos. Ninguna de ellas han conducido a una guerra comercial de gran escala. Una importante razón para ello fue que ambas partes respetaron la autoridad de la OMC y acordaron abordar las diferencias de acuerdo según sus normas.
Quien hace el nudo debe desatarlo. Los Estados Unidos deben tener en cuenta los intereses fundamentales de ambos países a largo plazo, así como la necesidad de un orden comercial internacional sólido y racional para la economía mundial. El camino que proponemos para desatar el nudo es detener el "juego de suma cero" y volver a la mesa de negociaciones y consultas.
Hay un proverbio chino que reza "una causa justa goza de abundante apoyo, mientras que una injusta encuentra muy poco". Tomo nota de que recientemente el portavoz de la Comisión de la UE afirmó que la UE no admite medidas contrarias a las normas de la OMC. Este criterio que se opone al proteccionismo comercial refleja el sentir de un creciente número de personas en el mundo, provenientes de diversos sectores, incluido los ciudadanos de EE.UU.
El nubarrón existe, pero mientras la comunidad internacional mantenga unidas sus manos en aras de salvaguardar las normas del comercio internacional y se oponga con firmeza al proteccionismo comercial, creo que puede ser disipado.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)