Beijing, 06/06/2018 (El Pueblo en Línea) - Desde el inicio de la política de reforma y apertura, iniciada hace ya cuatro décadas, los días festivos y no laborables han ascendido a casi un tercio del año, destacó este lunes el Diario del Pueblo.
Desde 2008, el Consejo de Estado de China ha añadido tres festivales tradicionales chinos al calendario de feriados: el Qingming, el Bote del Dragón y el Festival del Medio Otoño. Actualmente los días festivos y los fines de semana suman 115 días de descanso al año.
El actual sistema de vacaciones es la evolución del progreso económico del país.
En los primeros años del proceso de reforma y apertura, los empleados chinos sólo tenían un día libre a la semana. En 1995, se instauró el fin de semana como momento para el descanso laboral. Cuatro años más tarde, en 1999, se implementaron varias celebraciones como el Festival de la Primavera, el Primero de Mayo y el Día Nacional. Asi comenzó las llamadas “semanas doradas” en el calendario de los festivos chinos.
“El desarrollo económico y el perfeccionamiento de la ciencia y la tecnología han permitido un aumento de la eficiencia en la producción, situación que permite a las personas trabajar menos y descansar más”, precisó Wang Qiyan, director del Centro de Investigación de la Economía del Ocio de la Universidad Renmin de China.
“La década de los noventa fue testigo de un rápido crecimiento económico, surgiendo la creciente necesidad de tener tiempo para los viajes, el ocio y el entretenimiento”, precisó Wu Bihu, director del Centro Internacional de Investigación sobre Recreación y Turismo de la Universidad de Peking, añadiendo que las "semanas doradas" ofrecen a los chinos más tiempo de descanso y estimulan el consumo.
“Cada vez que cambia el sistema de vacaciones, se adapta al ajuste económico del país”, aseguró el profesor Wei Xiang, de la Academia Nacional de Estrategia Económica, adscrita a la Academia de Ciencias Sociales de China.
En la década de 1970, un gran número de países occidentales sufrían la paradoja ingreso-felicidad, que indica que el sentido de la felicidad disminuye cuando el mejoramiento de los ingresos per cápita aumenta. Esta dinámica se correlaciona con la eficiencia nacional y el PIB per cápita.
Aunque los chinos han visto crecer sus días de descanso, debido a muchos factores -entre ellos la industria de la recreación y la educación- la calidad del ocio todavía necesita mejorar.
“Además de la educación convencional, el gobierno chino debería prestar más atención a la educación del ocio y orientar a las personas sobre cómo llevar una vida mejor y más saludable”, concluyó Wei.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)