Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 17 jun (Xinhua) -- Los cubanos celebran hoy en todo el país el Día de los Padres, como cada tercer domingo de junio desde hace 80 años, una jornada instituida en la isla para rendir homenaje a todos los hombres que tienen descendencia.
Como es tradición este día, los cubanos superan los escollos económicos y se reúnen en familia para hacer todo tipo de regalos a padres y abuelos, en un intento por honrar a la paternidad y al amor filial.
Los cementerios de la isla también se ven desbordados hoy por la afluencia de familias que visitan las tumbas de padres fallecidos en diversas circunstancias y épocas.
"Es una manera que tenemos los cubanos de demostrar amor por nuestros padres", dijo a Xinhua la profesora de matemáticas Graciella Hernández, quien cargaba un decorado pastel "para regalárselo a mi esposo, quien es el padre de mis dos hijos".
La maestra comentó que, aunque la crisis económica "complica mucho las cosas", la gente siempre busca la manera de honrar a los padres, una figura de un gran peso en la familia, influida por los rezagos machistas que aún se aprecian en la sociedad cubana contemporánea.
"Me gusta este día no sólo porque me hacen regalos, sino porque es una ocasión para reunir a toda la familia en plena armonía", afirma José Beltrán, un septuagenario habanero que dijo con orgullo tener tres hijos y seis nietos.
Pocos son los cubanos que en este día no participan en las celebraciones familiares que, con mayores o menores recursos, tienen lugar en prácticamente todos los hogares de la isla desde que se comenzó la tradición en 1938.
De acuerdo con los historiadores, la primera celebración de la fecha en Cuba fue el 19 de junio de 1938, por iniciativa de la escritora y artista Dulce María Borrero, quien abogó por la generalización en el país del homenaje a los padres, que había nacido años antes en Estados Unidos.
La creadora de esa festividad fue la estadounidense Sonora Smart-Dold, quien estaba convencida de que su padre, William Smart, era tan importante como su madre si de honores se trataba, por lo que dedicó sus mayores esfuerzos a la implantación de un día de homenaje a los hombres con hijos.
William Smart era un curtido granjero nacido y criado en el centroeste de su país, y veterano de la Guerra Civil norteamericana.
Su esposa había fallecido durante el alumbramiento de su sexto hijo, por lo que el antiguo soldado se vio en la obligación de hacerse cargo del recién nacido y del resto de su numerosa descendencia, sin recibir ningún tipo de ayuda.
Convertida en una mujer adulta al paso de los años, Sonora, agradecida por la fortaleza y consagración de su padre en la crianza de la familia a pesar de la ausencia materna, concibió la idea de celebrar, una vez al año, el Día de los Padres.
Así, el 19 de junio de 1910, tercer domingo del mes, Sonora y sus hermanos se reunieron junto a un grupo de amigos y organizaron el cumpleaños a su ya anciano progenitor.
La muchacha le hizo una intensa propaganda a la iniciativa, pero con escaso éxito, hasta que en 1915, Harris C. Meek, presidente del Club de Leones de Chicago, retomó la idea, que tuvo mejores auspicios.
En 1924, el entonces presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, convirtió el Día del Padre en una celebración nacional, y dos años después se reunió por primera vez en New York el Comité Nacional del Padre.
En 1956, una resolución del Congreso de Estados Unidos reconoció como un deber homenajear a los padres mediante un día en su honor y, diez años más tarde, el presidente Lyndon Johnson proclamó oficialmente el Día de los Padres como una fiesta nacional.
En 1972, durante su presidencia, Richard Nixon firmó una Ley que estableció el Día de los Padres el tercer domingo de junio.
La idea de la celebración se extendió rápidamente a Europa, América Latina, Africa y Asia, pues genera ganancias millonarias por concepto de ventas de tarjetas y regalos.
En Latinoamérica, la celebración comenzó a generalizarse en los centros escolares hacia los años 50, aunque en fechas posteriores se fue convirtiendo en una fiesta de consumo patrocinada por las grandes cadenas comerciales.
En otras naciones latinoamericanas la celebración no coincide con el tercer domingo de junio, incluso en países cercanos en la geografía y la historia común, como los de la región centroamericana, donde el homenaje a los padres tiene un abanico de fechas.
El Salvador, Honduras y Guatemala lo celebran el 17 de junio, Nicaragua lo hace seis días después, mientras en Costa Rica es el 15 de ese mes, y en Panamá 24 horas más tarde.